CONTINUUM
He pasado por muchas peripecias desde que me asomé a la política en el 77 a partir de aquellos libros de Ed. Albia dedicados a formaciones políticas que iban a concurrir en las elecciones generales de ese año. Mis improntas fueron los volúmenes dedicados a FE/JONS AUTENTICA y a CIRCULOS JOSE ANTONIO. Desde entonces han transcurrido muchas movidas y avatares (aunque sólo he militado en una, el CDS suarista entre otoño del 87 y mediados del 89 -aunque de manera surrealista, por petición del partido, ya fuera de militancia participé en los fastos parisinos del bicentenario de la Revolución Francesa como parte de la delegación juvenil del partido un mes después de darme de baja y en el 91 presenté junto con otro ex/militante una ponencia alternativa en el Congreso de Juventudes CDS que logró un tercio de los votos aunque no sirvió más que para desembocar en aquella iniciativa abortiva llamada MDA): tras contactos con FE/JONS A (incluido el lograr que Jesús Ordovás les hiciese una entrevista en su sede de la calle del Pez para el semanario DISCOEXPRESS), me convertí en visitador habitual de la escindida FE A (tertulia de los jueves en su sede de la calle León con el subsecretario del partido Manolo Velasco que acabó bruscamente con mi posicionamiento proUK al estallar el conflicto de las Falklands), y de ahí a contactar con AP (seducido por el aura ND de Jorge Verstrynge, con quien coincidí en un coloquio organizado por el diario YA, en que el por entonces delfín de Fraga me trató con bastante complicidad y poco después me ofreció crear un cargo para mí en el organigrama aliancista, Secretario Juvenil de Cultura, propuesta que yo rechacé sospechando que los sectores más convencionales del partido iban a chocar conmigo a la primera de cambio -un par de años más tarde, el tajante veto de Ricardo de la Cierva a la revista PUNTO Y COMA como órgano vinculado al partido me demostró lo cabal de mi rechazo-); mis simpatías por AP me acabaron posibilitando que Ansón me llamase para ABC y allí publiqué sin la menor censura hasta entrado el 88, en que prescindieron de mis servicios por mi creciente disenso con la línea editorial (tras dos experiencias fallidas .una literaria, la novela FE JONES, intento intempestivo y muy poco comprendido de “Vía de la Mano Zurda” a caballo entre las visiones más lúdicas de la ND tipo Faye y lo que mucho más tarde evocaría Dugin en sus TEMPLARIOS DEL PROLETARIADO sobre sus tiempos mozos; y la otra musical, mi grupo maldito PROYECTO BRONWYN- y mi infausto apoyo a FE/JONS en su spot para las elecciones generales del 86 -mi presencia haciendo apología del hedillismo sólo ahuyentó votantes en un partido que pasaba en aquellos momentos del búnker golpista a un reencuadramiento en la guerra sucia felipista con el GAL, en ningún caso nada relacionado con el discurso “izquierdista” de las Auténticas-, yo estaba en mi momento más “correcto”, vinculado al CDS desde mis simpatías por su bagaje mounieriano pero al tiempo deslumbrado por elementos mucho más estériles como el Partito Radicale -al extremo de ser candidato en los comicios generales del 89 por una Lista Antiprohibicionista patrocinada por Pannella y sus compis- y la Perestroika -que yo malentendí completamente hasta que en el 91, con la caída oficial de la URSS y el plegamiento servil del inicial yeltsinato a los intereses “reaganómicos”, comencé a abrir los ojos, aunque la epifanía se produjo en el 93 con el bombardeo de la Duma y el descubrimiento de Dugin-); a partir del 93, plenamente volcado en la aventura corazonesca, me reencontré con los falangistas al tiempo que intentaba una versión castiza de lo NB buscando la “pinza” de azules y abertzales, cosa que acabó en nada y precipitó en parte el hundimiento de mi revista. Desde ese momento, completamente desencantado de la política, preferí seguir más de cerca las realidades del Poder y tratar de interpretar la realidad desde una perspectiva más atinada, menos quijotesca y más “Inteligente” (en el sentido de agencia de Inteligencia, las órdenes caballerescas de ahora según sugerencia duginiana en PUTIN VS PUTIN -y ya esbozada por Jünger en sus figuras de el Emboscado y el Anarca-).
Toda esta ensalada de grupos, partidos, siglas ¿me hace un sujeto veleidoso y poco coherente? Pienso que no. Cuando en el 83 grabo LA COLERA y CUESTION DE GRAVEDAD, esas canciones enlazan completamente con muchas de mis reflexiones desarrolladas a medida que avanzaba el nuevo siglo/milenio y tal vez sea lo más salvable de mis escritos de opinión en los 80. Desde el Arte como plataforma visionaria incidía más en la Categoría, en el Bosque, que atendiendo “periodisticamente” a tantas anécdotas y espejismos arbóreos que me robaron tiempo y lucidez (en contraste con los nombres que sí me fueron rescatando hacia una perspectiva metapolítica y a los que sigo, en un CONTINUUM, siendo fiel: nombres como Nietzsche, como Jünger, como Celine, como Drieu, como Benoist, como Mounier, como mi tataratío Ortega y Gasset, que me iban abriendo el camino hacia otros en los 90, caso de Dugin -a cuyo través acabé también por adentrarme en Heidegger, especialmente el Heidegger de los CUADERNOS NEGROS y de sus interacciones con EJ, Simone Weil o Ayn Rand -descubierta en el 97 y tan detestada por Dugin pero a la que yo valoro desde un prisma heterodoxo y hermenéutico que me la hace compatible con mucho de lo que se le supone profundamente ajeno y que cada vez lo es menos a partir de la irrupción de Trump en 2016- hasta llegar a la última epifanía, el descubrimiento de la Gestión como Categoría, a partir de la creciente atención por Putin y del análisis retrospectivo de la apertura al Este de Nixon/Kissinger y de la construcción de Singapur y ulterior asesoría de la China post/maoísta por el Sumo Pontífice de la Gobernanza Lee Kuan Yew, así como mi vínculo desde 2010 con Ramiro de Maeztu y su huella en el momento más funcional del franquismo -los años desarrollistas de Carrero y sus cerebrines tecnocráticos-).
Del adolescente Corazón Aventurero al senecto observador Pasados los Setenta, hay ese largo continuum del Guerrero templado en aceradas tormentas, del Trabajador que trasciende los lastres proletarios, del Emboscado ya desde el mismo ejército no como cobardía sino como factor de riesgo, del Anarca que culmina en agente de Inteligencia al servicio de su propia Potencia y ya se mantendrá en esa figura, camuflado por el flujo temporal en jubileta elegante entre la distancia y un punto socarrón. Lección de vida que, desde mi disfuncional patología quijotesca (karmafrenia, en neologismo propio), sólo atenuada por las bofetadas de la experiencia, procuro asimilar…