AMA ZONAS



texto detonado por cierto estudio de la licenciada Peñas



Y lindes. Y límites. Y fronteras. Ama. Porque sólo desde la diferencia se puede proceder al encuentro de otredades, no prejuzgando infiernos sino rumiando esperanzas por la cortesía y la diplomacia, artes que redimen de la guerra entendida como falta de respeto, esto es, de curiosidad. Lo contrario, el magma amebiano de la mediocridad "correcta" en donde encajan procustianamente (mutilación, emasculación, lobotomía) trillones de espejismos de diferencias unánimemente teledirigidas desde las terminales mediáticas y gubernamentales (se incluye por supuesto la pseudooposición "de perfil bajo") en que lo más gregario bala consignas de orgullo, autoayuda y el ridículo mantra "porque yo lo valgo" acuñado en departamentos de mercadotecnia a mayor gloria del furor consumista.

Amazonas, saga trágica: misándricas carnes de péndulo empanadas entre un pasado y un porvenir de misoginias, de causas rehenes de consecuencias en bucle infernal. La liberación sólo será posible desde la espiral, desde el progreso hecho a golpe de memoria, porque sin memoria sólo hay bucle, eterno retorno al sumidero de la inepcia.

Las amazonas sólo triunfarán en moebiana paradoja cuando las ame un hombre, cuanto más glamouroso, mejor (¿tuétano dionisíaco bajo formas apolíneas, lo que, en su acepción más existencialmente boscosa, podría representar el arquetipo de Paul Newman? -uno se imagina sin demasiada dificultad a una Artemisa o a una Hipólita intrigadas/seducidas por el esquivo encanto de un Cool Hand Luke siempre a la fuga o por el demoledor cinismo del locutor errante de WUSA: volvemos a lo dicho al principio sobre los valores terapéuticos de la curiosidad-). Pensemos en Dana (sin la i), la recental novia de Bowie, muñeca remisa al facilón encaje en cualquier histeriotipo. Profundamente glam.

Artemisa, falazmente independiente desde sus lazos gemelares con su hermano, el dios más testosterónico. Contrastando, Palas, la diosa de alumbramiento más antinatural, encarnación de la síntesis hegeliana, artista (que no esclava) de la guerra y, por ello, forjadora de la Paz (la Paz jungeriana, la que todos anhelan y muy pocos comprenden). Naturalmente civilizada, la Kissinger del Olimpo. Su recato ante lo masculino, recato sereno, sin paranoias ni resentimientos. Hoy se refleja en mujeres ilustradas como Camille, la socarrona termidoriana, de vuelta de todas las revoluciones premenstruales. Como siglos antes lo hizo en Catalina, la germana ilustrada que eligió ser rusa PARA MEJOR ORIENTARSE. Y que siglos después, en desaforada vuelta de tuerca (la serenidad no era precisamente lo suyo), hegeliana a su pesar en cuanto a urdir síntesis sin pretenderlo, Ayn Rand, la Artemisa más marciana (esto es, poseída por la testosterona gemelar hasta extremos nunca soñados por la Artemisa original) y paradójicamente venusina (en su insaciable apetito de carne masculina, que ella feminizaba por su imperioso modo de disfrutarla), invertiría la trayectoria de la zarina reventando las costuras de lo occidental desde la desmesura de lo ruso y preparando así el graffiti besucón del capitán de industria Trump (randiano confe$o y a su vez héroe de una pendiente serie de cartoons inspirada en esencias randianas) con el catalinesco (Petersburgo, Prusia, Moscú como nexo común) neozar Putin (que alguna vez leyó a AR y "tomó nota" en la justa medida de su propio y muy complejo sincretismo).

Los restos de amazonas hoy son el malparado recuerdo de Valeria, la última de una estirpe, crística en su via crucis cul de sac que la llevó a marrar en su venganza (nada más erróneo que balasear al hombre/cámara que glosaron Bowie y Dana -y menda, ya puestos- y que daría su primera gran ocasión protagónica a LA DIOSA DE LA LUNA -walkyria rotonda y rotunda en la que se enlazan danzando Artemisa, Atenea y Afrodita, la Triple A más sugestiva y promisoria, nada que ver con la snuff movie tan cutre de Lopesito e Isabelita-) como marran hoy todas esas me/toonies y riot grrls titiriteadas al fin y a la postre en su estridente ginagorrea siempre por tíos (los macarras ucranianos que crearon las FEMEN, el abuelito Biden y su magma no binario o toda la saga de picaresca mesiánica surgida del 11M -o sea, ZP, Pablillos, Sánchez- que catapultó a insultantes caricaturas de mujer como la Aido, la Pajín, la Montero o la más exitosa de todas, la ambiciosa Díaz).

Y desde Lo Más Alto la diosa Palas, conjugando lo pagano y su contrario, siempre tan hegeliana, hoy amadrina cariñosa a la hija de Dugin, tan similar a ella en tantos conceptos aunque parezca (SOLO PAREZCA) que no. Y esta vez de manera definitiva, sí, todo vuelve a ORIENTARSE.



"Atenea es centro por su serenidad y su mentalidad. Lo lúcido de este mundo irrumpe desde el centro." (FG, el hermano de EJ)



"Prefiere a Lempicka, “una nueva mujer liberada con su propia agenda”, a Frida Kahlo, cuyo “martirio simbólico” autocreado claramente la molesta. La popularidad actual de Kahlo entre liberales y feministas no hace más que confirmar la sospecha de Paglia de que la ortodoxia política ha logrado distorsionar la valoración de ciertos artistas, castigándolos porque no se ajustan a los estándares aceptados de comportamiento antisistema de la izquierda. Por lo tanto, Lempicka ha sido ignorada porque pertenece a una clase de artistas que “no apoyan el paradigma dominante del arte como resistencia de izquierda”. (fragmento de reseña de GLITTERING IMAGES, el SEXUAL PERSONAE pagliesco dedicado a las artes plásticas)