RECETAS PARA ESTHER (no le des a Lupo que se pone correntino)

 

 

Puntualmente, con periodicidad corazonesca, mi mejor amiga suele contribuir a paliar mis achaques presupuestarios en materia alimenticia con una hermosa cornucopia de suministros (con especial atención a la cosa cárnica) que, aparte de darme lozanía y robustez y rebajarme el stress, me eleva la imaginación al encontrar la nevera repleta de mil opciones con las que jugar. Como homenaje a ella y a mí (por la suerte de tenerla tan terne en su lealtad y cariño como aquella primera tarde de primavera de 2003), hago esta selección de propuestas elaboradas a partir de los susodichos suministros. Buen provecho.

 

 

SOPA DE CEBOLLA

En sartén mediana y a fuego fuerte sofrío cebolla picadita con mantequilla y un aceite de mi invención (aceite de freír carne + un toque de vinagre + especias y hierbajos varios –paprika, mezcla de pimientas, perejil, canela y clavo...- + un fondo de semillas de papaya que eché en la botella hace siglos –supongo que con alcaparras o con pimienta verde encurtida también vale-). Cuando la cebolla se empieza a tostar le añado un poco de cerveza y un trozo de queso (en este caso, Brie) y lo remuevo todo para que se mezcle y reduzca. Cuando está casi para pegarse le echo un tazón de agua y cuando la cosa empieza a hervir lo dejo a fuego medio y lo sazono con medio cubito de caldo de carne, una pizca de curry en pasta de la que suelo comprar en Ibero/China, orégano, cebolla frita picada de la que ya venden para crujiente de ensaladas y un toque de cocktail de frutos secos machacados a mortero. Lo retiro enseguida y lo dejo reposar para que no espese demasiado. Suelo comerla sopando (valga la flinflunflancia) trocitos de biscote.

 

 

BOLOÑESA

En sartén mediana y a fuego lento confito en mantequilla y el aceite de marras unos cuantos vegetales (cebolla –o cebolleta o cebollita francesa o chalota o puerro-, pimiento, a veces pepino, a veces judías verdes o tirabeques...). Mientras, en un cazo pequeño cuezo unos 100 o 120 gramos de pasta con medio cubito de caldo de carne + albahaca y orégano +  un toque de sazonador italiano de los que llevan abundancia de pimiento rojo. Cuando los vegetales están lo bastante lacios y confitados añado un buen mondongo de carne picada que aderezo con un chorrete de salsa de soja, dos cucharadas de salsa de tomate (el pisto en frasco del Glan LIDL también vale), ajo y cebolla de los crujientes para ensaladas, perejil y un toque de canela (ahora mismo estoy usando una mezcla que incluye canela, clavo, cardamomo, anís y regaliz). Para que no se seque, lo dejo tapado con el calor residual y cubierto con una loncha de queso. Finalmente añado la pasta para que ésta acabe de reducir el agua con el sofrito. Ahora sí destapo la sartén y dejo que repose.

 

 

PECHUGA MARINADA

En un frasco de cristal meto una pechuga de pollo y le añado un chorrete de salsa de soja, otro de cerveza, otro de aceite crudo + una cucharada de mostaza + crujiente de ajo y cebolla + los frutos secos machacados + perejil y hierbas de Provenza + el combinado de especias ya mentado (en su defecto, canela y clavo), lo revuelvo, lo agito en plan coctelera y lo dejo un par de horas. Después lo echo en una sartén a fuego medio alto, lo salteo y lo saco enseguida para evitar que la carne se seque.

 

 

BISTEC

En sartén mediana y a fuego lento confito con mantequilla y el aceite ya mentado (+ un chorreón de cerveza + una cucharada de mostaza) una buena cantidad de cebolla (o cebolleta o cebollita francesa o chalota o puerro –también mezclando todo esto, si se tiene a mano-) y pimiento todo muy picadito. A fuego fuerte pongo una sartén grande untada con un poco del aceite de marras y restriego bien restregada una pieza de vacuno sazonada con perejil, ajo en polvo, mezcla de pimientas, hierbas de Provenza y clavo. Al darle la vuelta sazono esa cara con crujiente de ajo y cebolla frita y frutos secos machacados y la cubro con una loncha de queso y la salsa de cebolla y pimiento de la otra sartén.