LAS MARINAS

(mi ¿último? sueño -fechado el 13 de agosto de 2019-)





La reunión era en el tresillo de Viriato (antaño comedor para las ocasiones y en donde se expuso a mi bisabuela de cuerpo presente hasta que se la llevaron a enterrar).






Las Marinas era un colectivo cuyas actividades (que no el estilo) recordaban a Kaka de Luxe: música, grafismo y fanzine. Su nombre procedía del cuadro de cabecera del cuarto donde los Simpsons ven la tele, ese cuadro que inspiró a Marge una novela romántica de ambiente ballenero y que cada vez que se estropea se repone con otro exactamente igual. También tenía que ver con un grupo llamado Marine Girls (tanto por sus canciones como por la ropa como de mercadillo vintage que sacan en cierto video playero -británicamente playero, adecuado para que mayordomos y doncellas amaguen sincerarse en sus horas de asueto-). En el sueño no se aclara cómo las había conocido pero yo estaba a medio liar (la otra mitad del menage era otro miembro del grupo) con una de las fundadoras (físicamente parecida a Stephanie, novia ocasional del Leonard de BIG BANG con la que me topé en la cena de anoche, pero en el sueño tenía un toque mejicano, más rollizo que esbelto -o sea, nada que ver con la espiritada joven de EL ROSTRO IMPENETRABLE y más con mucama raptada para tráfico de órganos-). El rasgo más característico de Las Marinas era que sus componentes llevaban el rostro maquillado: un maquillaje intensamente cromático, casi acrílico, muy preciso y armónico, sin lo grotesco de un clown y más finamente trazado que un cuadro de Warhol, de textura tan uniforme que parecía más careta que aplicación sobre la piel. La reunión era motivada por el deseo de ascender un nuevo peldaño y convertir Las Marinas en formación política. Querían llevar al campo político lo que habían tratado de desarrollar en el artístico, LO NEUTRO.






Transcribo sus postulados según me los contaron:

LO NEUTRO (sinónimo de DECORO) es lo contrario de LO AMANERADO (sinónimo de OUTING).

Le Mans (como entidad neutra profundamente condicionada por la voz de Jone -según la visión "marina", la auténtica líder pero haciéndose pasar por lo contrario, como en esas bandas criminales donde el jefe se camufla como el último mono, por ejemplo en ZATOICHI-) versus Single (que supone el outing de Ibon en la persona y peinados de Teresa y se vuelve todo de un amaneramiento insoportable -lo latente en Le Mans se explicita en Single hasta la caricatura, se "atorroja" y naufraga en la ñoñez: esa zona gris entre el tedio y la duermevela que expresaba tan magistralmente Jone se vuelve empachoso empalago en Single-). Aparte de Le Mans, asumían a Family como alternativa neutra a Carlos Berlanga (quien, a su vez, se acercaba a LO NEUTRO cuando se ponía especialmente serio -antítesis de lo gay- en momentos de sus discos en solitario, sobre todo en EL ANGEL EXTERMINADOR e INDICIOS) y a Me Enveneno De Azules (grupo moderadamente llorón que asociaban con Los Angeles, formación granadina de accidentada trayectoria -literalmente accidentada-).

La idea NO BINARIA es interesante pero no acaba de cuajar bien. El personaje de Taylor en BILLIONS es válido en lo que tiene de esfinge pero falla por su lado outing de marimacho rapada (lo NO BINARIO se contradice al traicionar su neutralidad con sus pruritos de outing).

La ambigüedad debe ser total, puro misterio (más plenitud de sugerencias que indicio de represiones -eso supondría una ambigüedad fallida-). El outing, en tanto que estereotipo y obviedad, lo jode todo, porque joder no es hacer el amor, sino deshacerlo.

Actores NEUTROS según el criterio "marino": Kevin Spacey (el paradigma que alberga en la misma sutil sonrisa todo el Bien y todo el Mal -Prott y John Doe enroscados en círculo yinyanesco-), Dirk Bogarde (siempre al límite del límite, a punto de romper la neutralidad, pero sin llegar a joderla), Burt Lancaster (su cumbre neutra sería CONFIDENCIAS), Jeremy Irons (su cumbre neutra sería INSEPARABLES), Michael Caine (su mirada miope contiene el abanico moral en todos sus claroscuros: como despliegue didáctico de ello, su actuación en LA HUELLA), Anthony Perkins (o cómo el loco sublima a "la loca", y el desequilibrio mental redime estéticamente la "pluma" más desaforada -in a mellow tone, y con más cálculo que visceralidad, Jim Parsons juega a lo mismo con su Sheldon Cooper en BIG BANG THEORY-), Cillian Murphy (o cómo un hombre con cara de muñeca de ventrílocuo puede superar este condicionante convirtiéndolo en aliciente para la más rica diversidad de destinos y evitar la más leve sospecha de tópico).

Actrices NEUTRAS según el criterio "marino": Jodie Foster (la más acabada expresión femenina de LO NO BINARIO -con ese físico y locución particular que la convierte en hermana honoraria del enanito Paul Williams-), Greta Garbo (en lo que tiene de divinidad -esto es, de trascendencia de toda incompletez- y de la regia ambigüedad de su papel más propio, Cristina de Suecia), Deborah Kerr (o la torridez decorosamente contenida en toda monja que se precie -lo dicho antes sobre la distancia entre la plenitud de sugerencias y los indicios de represiones como acto fallido: Felipe IV sabía lo que se hacía en sus correrías a la cata de abadesas-), Michelle Pfeiffer (o la mujer gatuna por excelencia -esto es, conteniendo todos los enigmas y cicatrices: cada amorío gatuno deja a la hembra dolida pero deseosa de más sin caer por ello, sin embargo, en la dependencia masoquista-), Sela Ward (la más perfecta encarnadura de la funcionaria "interesante", de los fluidos sexuales de la burocracia -de algún modo, su alter ego masculino sería el ya mentado Spacey en sus acentos más "presidenciales"-, esos fluidos heredados de Palas Atenea, diosa y monja a un tiempo -porque Sela con toca y manto al timón de un convento no desentona ni, todavía menos, tras una consola de despacho de Inteligencia, dirigiendo juegos de guerra-), Anne Heche (la impronta ambigua de explicitud zigzagueante que marcó su carrera -sus lazos y lo contrario con Helen Degeneres- la blinda, en sabrosa paradoja, contra el estereotipo gayer -o cómo el outing, por una vez, deviene en decoro entendido como enigma con ciertos reflejos de perturbación mental, tan bien expresados por su físico y sus interpretaciones: de algún modo, su alter ego masculino podría ser Anthony Perkins, de ¿quien? sería víctima vicaria en el fallido remake que de PSICOSIS hizo Gus Van Sant-).

Las Marinas planteaban en administración territorial para nuestro país la UNION IBERICAconjugando la esencia neutral de Oliveira Salazar (tan caro al payés -esto es, lo contrario del payaso- Josep Pla) con el factor más neutro del franquismo (la tecnocracia aupada por Carrero) y, en términos de postfranquismo, lamentaban la no cristalización de aquella Internacional propia que trató de urdir Adolfo Suárez (la epicidad de LO NEUTRO en tanto que asunción agónica de la idea de CENTRO) con el gemelo invertido de Oliveira Salazar (el elemento más neutro surgido de la revolución clavellina, el general Ramallo Eanes).

En sus momentos de introspección más colonoscópica, las Marinas oraban al icono toonie más neutro que podían concebir, la virgen y mártir Megan Griffin.






Y así iban transcurriendo plácidos los días en aquel tiempo sin tiempo (que diría Lord Dunsany). Porque LO NEUTRO (en tanto que vórtice depurador de todo exceso, rebaba y espuma del guiso) es lo que categoriza la anécdota redimiéndola de la tiranía de lo irrelevante...