KIT DE RECETAS DE LA OSITA Y CIRULINK

 

 

 

Ingredientes:

 

1 paquete de tartaletas

200 gr. de salmón ahumado

Media cebolla

Zumo de limón

Pimienta negra

Alcaparras

Eneldo fresco

 

Picar finamente el salmón ahumado y la cebolla.

Añadir un chorrito de zumo de limón y dos vueltas del molinillo de pimienta negra, mezclar bien y rellenar las tartaletas.

Decorar con alcaparras y una ramita de eneldo fresco.

 

Variación: se puede añadir al relleno salsa para salmón -gravlaxsås- o salsa de rábano picante –pepparrotssås- que se pueden adquirir en el famoso establecimiento infernal de mobiliario sueco. (Consejo: mejor encargárselo a algún amigo o familiar que tenga que ir allí y así nos libramos de pasar por tan latoso trance).

 

 

 

 

 

Yo usé tres variedades desecadas (se encuentran a muy buen precio en el economato IBERO-CHINA de General Margallo). Las dejé desde el día anterior en agua con algunas especias (jengibre, anís, laurel molido, alcaravea, cilantro, estragón...) y un chorrito de aceite de soja con chile (de venta en el sitio de marras –el producto se llama exactamente CHILLI OIL-) o de aceite de oliva especiado que me suelo hacer yo a partir de una idea que me dio la osita (ella lo hacía con unas guindillas, y yo, más churrigueresco, le añado también canela, paprika dulce, bolitas de pimienta, más una mezcla que encontré en un guiri de Jávea –ZULU FIRE-).

Pasadas unas veinticuatro horas eché todo en una cacerola a fuego fuerte hasta que rompió a hervir y, entonces, lo dejé a fuego medio para que fuese reduciendo. Al rato, para espesar, le añadí frutos secos (de estos surtidos variados, MUSIK, que tienen un poco de todo), un trozo de corteza de limón y una loncha de queso para fundir. Cuando empezó a adquirir la consistencia de una salsa lo retiré y lo dejé reposar como unos veinte minutos en el calor residual.

La hice para acompañar unas porciones de pescado rebozado pero supongo que funcionará igual de bien para un filete de pescado a la plancha o al vapor..

 

 

 

 

Ésta ya, más fácil, imposible.

 

Ingredientes:

 

Tartaletas

Paté de hígado de oca

Jalea de higos

 

Rellenar las tartaletas con paté de hígado de oca y decorarlas con media cucharadita de jalea de higos.

 

 

 

 

 

Yo tengo un horno del tamaño de un microondas que uso básicamente para tostar el pan desde que me petó la tostadora. Antes, cuando compraba pizzas y lasañas congeladas, pues también las hacía ahí. Recientemente, tras ver a unos cuantos cocineros preparar platos (sobre todo, de pescado) en el horno envueltos en papel de aluminio, pues se me ocurrió experimentar.

Desde que descubrí la cadena de congelados LA SIRENA (hay uno justo a tiro de piedra de mi casa) he empezado a comer pescado que no fuesen los palitos rebozados estos de siempre. Por unos quince € me suelo comprar porciones individuales de seis o siete bichos diferentes (rape, cazón, panga, limanda, bacalao, halibut...) y o bien me los hago a la plancha o desarrollo diversos guisos.

Había comprado un filete de halibut, por tener recientes en la memoria dos estupendas ingestas de fish and chips (una en Londres y otra en Jávea), plato elaborado precisamente con ese pescado, y, aunque, mientras lo descongelaba, mi intención inicial habia sido hacérmelo a la plancha, finalmente lo mariné en su propio jugo (el agüilla que soltó al descongelarse) más el zumo de medio limón, unas gotas de salsa de anchoas y un buen chorreón de salsa de pescado (ambos potingues a la venta en el chino ya mentado). Lo dejé así durante unas cuatro o cinco horas en la nevera y luego cubrí la bandeja de horno con papel de aluminio, puse el pescado y la marinada, tapé con otra hoja de papel creando una especie de sobre hermético y horneé al máximo durante unos 25 minutos apagando y manteniéndolo otro cuarto de hora con el calor residual.

Me quedó francamente bien. Lo acompañé con una guarnición, en freidora, de patata, calabaza, calabacín, boniato y zanahoria

 

 

 

Ingredientes:

 

1 paquete de pan hindú –naan- con ajo y cilantro

Queso Gouda holandés con cominos

Paté de peperoni (en concreto, paté di peperoni, bomba mista o fuoco di Calabria de la marca DISTO, especiales para crostini y bruschette)

 

Abrir los panecillos, untarlos con el paté de peperoni, añadir unas lonchas de queso con cominos, cerrarlos y hornear unos minutos hasta que el queso se funda.

 

Esta mezcla no puede ser más multicultural.

Si alguien encuentra en España estos patés, que me diga dónde inmediatamente, please, ¡¡¡están deliciosos!!! Si no, hay que irse a la Toscana a por ellos –o intentar sacar la receta, estoy en ello.

 

 

 

 

 

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