EL DIA DE LA MUERMOTA

balada de hogaño



La angustia es la viudez de la ilusión.” (RAMON GOMEZ DE LA SERNA)







La neurastenia del solitario se instaló cuan larga era en los recovecos más intestinos de su magín.

Y así su imaginación se encapotó.



Mujeres inalcanzables, encas(t)illadas, lo observaban desde una distancia imposible

(impasible -de esas distancias por las que corre el aire a sus anchas-).



Observaban su karma innato de cobaya sólo apto para perturbadas

(se juega con el juguete, dale que dale, hasta que se rompe).



Observaban sus gimnasias tantálicas, sisifoideas, su deambular estéril

(de cobaya sonado por aquel cul de sac con ínfulas de laberinto).



Observaban y acababan, bostezantes, por dejarlo

(porque tanto observar lo cobayescamente previsible resulta cansino).



No en vano se trataba del día... de la muermota.