(algunas de las intervenciones más interesantes en el FORO CAFEXPAN:

1ª entrega, primer semestre 2006)

 

 

 

LIQUIDOS NADA FRIVOLOS

 

MALEDETTO:

El exceso de potencia sexual suele ser condena posterior a la impotencia. Y en Occidente hay una -como dirìan los cubanos- tremenda aficiòn por la eyaculaciòn, tanto femenina como masculina. Tanto culto a los fluidos y a sembrar (a veces fuera del terreno autènticamente fèrtil) es un sìntoma de marchitamiento. Las disciplinas orientales, mucho màs afrodisìacas, introducen la eyaculaciòn interior o retardada y rinden pleitesìa a la ceremonia, el acto anòmalo, el imperio de los sentidos.

Es curioso, parece una rèplica de un comportamiento tìpicamente latinoamericano, el hecho de encomendarse a Dios en el momento del orgasmo. ¿Por què invocar al Divino en un momento supuestamente tan pecatorio, a las puertas del placer prohibido? Y es una constante que se observa desde el voyeurismo de una càmara oculta hasta en el artificio de cualquier material pornogràfico, sea de país del Este, brasileño, USA... "Oh GOD, I`m coming".

Siempre me gustò una frase loureediana de un tema de la Velvet ("She`s my best friend") que afirma "she made jam when she came". Es una minioda eyaculatio praecox que ofrece la imagen inversa de las semillas de Demeter -que son las que traen los frutos verdaderos y los hijos legítimos- tan preciadas en Oriente y aquì tan denostadas.

El semen exhuberante que aguarda y que no siempre surge, aquí está destinado a las lechugas, plantas frías y húmedas consideradas como alimento de los muertos y antiafrodisìaco. La ola de calor que se avecina asará nuestros brotes y favoreceráà la producción de la mirra. En ese mismo instante los deseos sexuales alcanzarán su punto culminante, dando lugar a un peligro tan grande como es la lascivia generalizada y la frívola jardinería. Ayer Chance Gardener alias Peter Sellers, excitaba sobremanera en mi pantalla a la lésbica y terriblemente sexy Shirley McLaine, a través de un lacónico voyeurismo. "Me gusta mirar", es la màxima de Mr. Chance. Porque para èl todo es un jardìn donde cada persona es una flor y todo ello despierta la fertilidad de la Tierra. Sus aromas dan lugar a la perversiòn que supone el cultivo de las plantas. Los hombres divinos llegaràn a no comer nada, a vivir de los olores, a no volver a eyacular.

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ELDERLY:

Uno de los redactores de Mondo Brutto (creo que uno que firmaba como Dildo de Congost o algo así), manifestaba en una minientrevista en el fanzine Le Bon Vivant que el día que consiguiera correrse "sin soltar leche" se podría sentir como un caballo ganador. Creo que el pícaro Sánchez Dragó ha renegado ya de su eyaculación tántrica, según me  comentaba hace poco una amiga.

Está claro que el porno está maleducando la sexualidad de la gente con derecho a sufragio. Toda esa tremenda afisión por la eyaculación creo que viene de los países escandinavos y el imperio Private. Ahora se ha incorporado la emulación femenina del tema con eso de las squirters, casi siempre fakes.

Una de las experiencias más tormentosas de mi vida fue una estancia en tierras gallegas. Allí comí a diario y hasta hartarme marisco, el cual cuenta entre sus propiedades con un alto contenido en zinc, que multiplica la producción de espermatozoides. Ni que decir tiene que la mezcla de religiosidad y mecánica me llevaron a un estado paroxístico.

Herr Maledetto recupera la furia de Yahvé contra Onán. No hay que malgastar nunca la simiente. El cambio climático y este modo disparatado de vida están empezando a afectar la calidad de las emanaciones del varón. Hay como una intuición de este proceso y por ello esta afisión tremenda: cuando hay hambre se habla de pan, cuando hay guerra se habla de paz, cuando la semilla se marchita se pondera el riego por irrigación.

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MALEDETTO:

Para mí lo importante son los efluvios, los ungüentos del deseo extendidos sobre los miembros, que testimonian un género de vida orientado hacia la alegría y los placeres de los sentidos. La mera evocación de los aromas, el guiso de los celos aleteando en el aire, los cortejos...eso es lo que realmente me complace. Los placeres disolutos son inseparables de los más olorosos perfumes. Perfumarse es también contenerse.

La geisha se prepara y se perfuma; es deseo en lo inalcanzable, en la distancia de la comunión física. ¿Es la ceremonia del té la transmutación del coito en un acto divino? Desde luego el Té sí es algo divino y compartir este alimento un acto supremo.

Si la geisha es presentada en Occidente como chica de vida alegre, para mí es la encarnación de la Diosa, como creen los Orientales. Cual Afrodita en el juicio de Paris, cubierta de perfumes y orgullosa del poder del deseo. Su aroma es tan cautivador que podría despertar el deseo de un anciano. Los que caen en la lascivia son simples mortales, porque el tesoro infinito está en la contemplación. Un baño de Diana para tres sentidos que se repite en cada nueva ceremonia. También la gesiha es un ángel que visita Sodoma, cuyos habitantes quieren mancillarla y a la manera de Lot debe ser defendida del ultraje.

Hoy abrí el periódico y en páginas centrales encontré el cartel de "MEMORIAS DE UNA GEISHA" en la página izquierda y el cartel de "SOPHIE SCHOLL. LOS ÚLTIMOS DÍAS" a la derecha. Esta última película utiliza la esvástica en su gráfica (como reclamo, naturalmente). ¿Saben lo curioso de todo? La esvástica del cartel derecho se había impreso en la frente de la cara de la geisha izquierda, supongo que debido a que la tinta aún estaba líquida cuando el diario fue grapado. Qué caprichos mansonianos tienen los Dioses a la espera del hielo eterno.

Como bien dice Elderly, no hay que malgastar la simiente. La vocación erótica del iunxs puede ser invertida y el movimiento incesante pasa a ser piedra bruta, inmóvil, éxtasis perpetuo.

 

 

 

 

EL GRIAL

 

ELDERLY:

Una de las más interesantes candidatas a ingresar en nuestro controvertido café expansionista, y que decía responder al fascinante nombre de María Magdalena (quien por cierto creo que se halla entre nosotros, corríjame el webmeister si me equivoco), decía sentir fascinación por el evangelio apócrifo de María Magdalena (los evangelios apócrifos son también para mí fuente de excitabilidad y fantasía, y me despiertan no poco interés). Parece que dicho evangelio apócrifo de María Magdalena fue encontrado en manos de religiosos tibetanos en el siglo XIX, a donde fue llevado por miembros de alguna de las primeras comunidades cristianas, siendo recuperado en nuestros días por una comunidad de cristianos alemanes. Me encantó la conexión que hizo nuestra amiga entre el santo grial y este evangelio. En el último número de nuestro fanzine se menciona la búsqueda que el nazi Otto Rhan hacía en las inmediaciones de Montserrat del santo grial, así como el hecho de que Rudolf Hess emprendiera su viaje clandestino a Escocia portando como única pertenencia un brebaje preparado por monjes tibetanos. Aparte de la conexión esotérica entre Alemania y el Tibet, el nazismo y el grial (esto es ciencia ficción política y material para indagaciones kitsch que no nos interesan, para eso está el blog del dunkelheit donde expone su deseo de torturar irakíes), me gustaría saber si éste –el del grial– es otro asunto radicado en la new age más necia o si se relaciona con el Poder o la Sexualidad (T.S. Eliot exploró esta conexión en su Tierra baldía).

Para mí el ingrediente sexual es inobjetable. En el curso de una excursión escolar a Montserrat, cuando mi pubertad despertaba a los goces inéditos de la carne sin que apenas pudiera nombrar esas sensaciones nuevas, noté en el centro mismo de mi ser un raro estado de turgencia. Montserrat tiene la forma de un hombre recostado en cuyo sexo se encuentra un templo. Mi primera experiencia sexual y una de las más intensas es el beso a la moreneta, la Virgen madre que custodia la copa del salvador. En ese momento deseé ingresar como benedictino y quedarme a morar allí en un estado de arrobo religioso y erotizante. Parsifal, no olvidemos, viene del catalán per si val (el que por sí mismo se vale). Llegar a los pies de la hermosa virgen negra fue una iniciación para mí.

¿Qué es el grial?

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MAGDALENA MERLOS:

En efecto, y por alusiones, je suis le dame, que diría en "ROSTROS OCULTOS" nuestro admirado Salvador de Figueras. Aunque seguiremos hablando del tema, por ahora sólo me vienen a la cabeza algunas alucinaciones, a los ojos de gentes que afortunadamente no leen este foro. El grial, una apreciación muy personal, y con esto no pretendo pretenciosamente desentrañar un enigma de siglos, podría muy bien ser el que la iconografía establecida pone en manos de María Magdalena como el tarro de los perfumes con que enjugó a Cristo en su primer encuentro, a su pies. Bueno, primer encuentro, porque desde las interpretaciones como prostituta a la identificación como la mujer adúltera a la que defiende Cristo con aquello de la primera piedra el abanico de interpretaciones es amplio. A mi siempre me ha parecido más bien el cáliz de la Ultima Cena donde se deposita según la lengua judía "el cuerpo y sangre" (para nuestra lengua "carne y hueso") de Cristo. En mi fantasía he imaginado a María Magdalena vagando por el mundo con ese cáliz, en el mismo sentido en que a la vista de las primeras fotografías allá por el XIX, más de uno creía que la fotografía arrancaba y portaba el alma del que era fotografiado. De lo que ha devenido a partir de ahí, hay de todo, otro día compartiré alguno de mis pensamientos, desde luego sin entrar en el juego del libro de moda (¿estaréis de acuerdo?) del Código da Vinci, libro que me niego a leer (si me decís algo en otro sentido tal vez me esfuerce, de momento me despacho con Miller y Elroy), si bien es verdad que ha existido una voluntad canónica por confundir/identificar la figura de San Juan con la de María Magdalena (al menos iconográficamente hablando) por aquello de que era mujer, y la mujer de quien era. Ah, ¡el Eterno Femenino!, que cantaría otro...

 

 

 

EL ASCO

 

ELDERLY:

El otro día deslizaba aquí unas modestas ideas sobre el Asco como estrategia pacificadora del cuerpo social. Más o menos la idea es que cuando algo nos produce asco nos abstenemos de tocarlo. Los demás son hoy una nueva leprosería. De manera que nuestra actual tolerancia y nuestra convivencia democrática tienen mucho de indiferencia o de repugnancia. Por los demás, más que respeto, sentimos una repugnancia increíble, basta para ello ver el comportamiento de los humanos durante sus desplazamientos en metro en hora punta. Para mí no tiene sentido hablar de democracia cuando no existen ciudadanos sino consumidores (opciones como votar a PP o PSOE difieren apenas de las relativas a elegir entre una marca u otra de champú o de refresco).

Pues bien, el otro día, leyendo una entrevista a Bret Easton Ellis, el autor de “AMERICAN PSYCHO”, leí que el escritor decía lo siguiente sobre su obra: "era una novela sobre el fracaso moral, sobre la pasividad, sobre un personaje muy, muy joven que no sabe cómo actuar y defenderse de la sociedad construida en torno a él, alguien pasivo, incapaz de hacer nada, pero precisamente porque la sociedad que le rodea le da asco y le parece horrible se queda sin capacidad de reacción."

Dejando al margen consideraciones literarias (a mí me encantan esas escenas en las que hace crítica musical sobre Phil Collins o Whitney Houston mientras despedaza a una yuppie o una hetaira, como también el colofón final de la adaptación cinematográfica, cuando Patrick Bateman –el  protagonista– presencia el speech televisivo de Reagan en TV –metáfora de una época–), creo que Easton Ellis está en sintonía con la idea. Su otra gran obra, no tan reputada, es sin duda “GLAMOURAMA”, con esa banda terrorista de top models haciendo saltar por los aires a los ricos (la traición de clase sartreana a lo bestia pero cool), libros de Debord en bolsos de viaje de Louis Vitton junto al AK-47. El Asco es la masa aglutinadora de la sociedad y la garantía de su inmovilismo.

Ayer, leyendo un ensayito del performer intelectual Slavoj Zizek, encontré que el pensador esloveno decía que en la era posmoderna se produce un retroceso de la identidad y de los antagonismos que parten en dos el cuerpo social siendo "la indiferencia el medio neutral en el cual la multitud (de estilos de vida, etc) coexiste".

Dicen que el ejército del Vietcong, cuando liberaba una aldea, cortaba los brazos de los niños que habían sido vacunados por las tropas americanas. Sin entrar a valorar si esta práctica es verdad o mera propaganda, nos puede valer como metáfora para explicar el significado último de la revolución. Vivamos en la náusea o cortemos por lo sano (entiéndase simbólicamente, please, nada de charcuterías).

Etimológicamente, radical se refiere a la raíz de las cosas.

 

 

 

MORRISSEY COMO PARADIGMA DE HOMOSEXUAL NO GASEABLE

 

DILDO DE CONGOST:

Hoy por hoy, hay que buscar con lupa ejemplos no ya de aquello que Jünger llamó "homosexual de alto rango espiritual" (valga la chirriante contradicción) sino de simples "individuos", de émulos de Sebastian Flyte, de "homófilos homófobos" que, aun conscientes de sus invertidas pulsiones libidinosas, se nieguen a participar en el venéreo carnaval de Sodoma.

Uno de ellos es, sin duda, Steven Patrick Morrissey, el último pariente espiritual de Wilde.

Por encima de cualquier prejuicio, hay tres factores que indican que Morrissey es uno de los (presuntos) homosexuales más interesantes dentro de la actual escena pop, en las antípodas de mariconas "de libro" como los patéticos Pet Shop Boys (que, tal vez por falta de carácter, no terminaron el viaje interior iniciado en "BEHAVIOUR" y optaron por salirse por la tangente hedonista) o su carpetovetónica caricatura española: Fangoria y su irreversible conversión en "zombies rosas".

Morrissey, por el contrario:

 

1) Nunca ha afirmado ni desmentido su homosexualidad, es decir, que ni ha caido en el exhibicionismo sodomita ni se ha encerrado en el armario, manteniendo siempre una postura fría y distante frente al lobby mondrigas, que daría lo que fuera por sacarlo en portada de "ZERO" o de su equivalente inglés.

 

2) Tras simpatizar con diferentes partidos "nacionales" británicos (incluso tuvo los testículos de dedicarle un tema al National Front) se hartó de politiqueos estériles, gritó en una canción "London is dead" y se largó a vivir a Los Angeles. Hoy, ya convertido en ciudadano del mundo, anda buscando casa en Roma, su nueva Meca, entre otras cosas porque se pirra por su arquitectura y porque había demasiados fans esperándole a diario en la puerta de su palacete californiano.

 

3) El dolor y la melancolía presentes en toda la obra moziana no son, como puede pensar el oyente superficial, lamentos de "drama queen" ni lágrimas de cocodrilo, sino consecuencia de un auténtico "de profundis", de enfrentar sus profundas convicciones católicas con sus erecciones "contra natura". En el último número de la revista musical británica "MOJO", Morrissey afirma que todas sus letras son producto de su formación católica y en una de las últimas canciones que ha compuesto, "DEAR GOD, PLEASE HELP ME", suplica a Dios que le ayude a superar sus terribles deseos y a liberar su alma de la tiranía de la entrepierna.

 

4) Todo este "via crucis" interno se refleja como nunca en su última obra, "RINGLEADER OF THE TORMENTORS": he tenido el privilegio y el placer de poseerla antes de su publicación y, tras repetidas escuchas, ya puedo calificarla como una de las joyas de la corona de Moz, a la altura de "VAUXHALL AND I" y por encima de "YOUR ARSENAL" y de la mayoría de los álbumes de los Smiths. El artista otoñal parece haber alcanzado cierta serenidad en su "via crucis" y, a su extraña manera, empieza a caminar sobre las aguas: por no importarle, ya no le importa ni reírse de sí mismo (y la foto de portada y el título del disco son sólo dos muestras de su magistral, madura y elegante autoparodia).

 

5) En "YOU HAVE KILLED ME", primer single extraído del nuevo disco, el cantante de Manchester, visiblemente fascinado por el cine italiano, menta a Visconti y a Anna Magnani, una de las actrices favoritas del director. Copio y pego la letra como último ejemplo del espíritu singular de Morrissey:

 

"YOU HAVE KILLED ME"

 

Pasolini is me

'Accattone' you'll be

I entered nothing and nothing entered me

'Til you came with the key

And you did your best but

 

As I live and breathe

You have killed me

You have killed me

Yes I walk around somehow

But you have killed me

You have killed me

 

Piazza Cavour, what's my life for?

 

Visconti is me

Magnani you'll never be

I entered nothing and nothing entered me

'Til you came with the key

And you did your best but

 

As I live and breathe

You have killed me

You have killed me

Yes, I walk around somehow

But you have killed me

You have killed me

 

Who am I that I come to be here...?

 

As I live and breathe

You have killed me

You have killed me

Yes I walk around somehow

But you have killed me

You have killed me

 

And there is no point saying this again

There is no point saying this again

But I forgive you, I forgive you

 

 

 

ABU GRAIB O COMO SER AMERICANOS

 

ELDERLY:

La materialización más ejemplar de lo que hoy es la socialdemocracia en su modalidad aggiornada (terceras vías) es la musicalización que el combo de tecnopop pseudoépico conocido como Pet Shop Boys hizo de la película de Eisenstein “EL ACORAZADO POTEMKIN”, que fue proyectada en Trafalgar Square con gran publicidad y dotación de medios. Para hacernos una idea aproximada de lo que supone esto, es como si a una adaptación cinematográfica sobre el levantamiento y posterior represión de Casas Viejas se le añadiera una banda sonora realizada por Nacho Cano.

Estamos hablando de una película que estuvo prohibida en Inglaterra hasta 1954, y estrenada por tanto casi al alimón con la desaparición del padrecito de los pueblos. He tenido ocasión de escuchar alguna pista de la banda sonora y sólo un snob podría preferirla a la original de Shostakovich. El acompañamiento tecno de las proezas físicas está bien para las vueltas ciclistas en TV, pero no estoy completamente persuadido de que se ajuste a las intelectualizadas vanguardias cinematográficas rusas (tal vez “EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD” pudiera aliñarse con los hits de Alphaville, no sé. Me imagino un congreso del PP con OBK atronando. Recuerden que su cierre de campaña en el 2000 estuvo conducido por Kike Supermix).

La socialdemocracia o lo que queda de ella ha dejado de ser un dique de contención para convertirse en una retirada ordenada, un desmantelamiento no muy ruidoso de un estado de excepción, de cuando había rojos, y ahora negocia la precariedad sin tanto descaro como los otros. Dado que el final perseguido es el mismo, no veo por qué Blair es mejor que Merkel, o por qué Ségolène Royale mola más que el encantador Sarkozy (al menos con éste el humor situacionista se incorpora al lado de la barricada que siempre careció de él: impresionante oírle calificar como "chusma" a los beurs y negros de la banlieue en su visita al extrarradio parisino, consiguiendo con ello azuzarlos para que quemaran aún más coches de los obreros de los que pretendía erigirse en portavoz. Los grandes radicales, y por ello izquierdistas, de las revueltas estudiantiles y contraculturales de los 60 fueron Pompidou y Nixon, que a día de hoy nos parecen mucho más avant garde que Daniel Cohn Bendit. El otro día salió un francesito que, a la pregunta de un periodista sobre si tenía lugar una reedición del mayo francés, contestó indignado que aquello fue una "revolución de pijos estúpidos". Quizá no esté todo perdido). Esto viene a cuento de lo que le oí decir el otro día en una mesa redonda a un catedrático de filosofía y letras (un aparatchik del P$OE con su ejemplar reglamentario de “EL PAIS”) diciendo que la Thatcher era mucho peor que Blair. En el colmo de la alucinación le escuché equiparar la revolución de Octubre de 1917 con el mayo francés. Tremendo.

El diseño blairiano, parejo en sus maquinaciones a lo que se cuece en Alemania, Francia, Italia o España, y que tiene por slogan aquello de Schroeder ("si no lo hacemos nosotros, lo harán ellos y será peor") es a un nivel político lo mismo que pinchar a los Pet Shop Boys mientras corre el metraje del Potemkin. Se manejan imágenes míticas, se las banaliza y encima se nos coloca un rollo ajeno a lo que tiene lugar, suponiendo que la adición de dos cosas es pertinente sólo por su proximidad. A este respecto, donde Mr. Lamueca maneja la idea de "tongo", creo que el guerracivilismo es una campaña de marketing del PSOE que, en tanto que carece de ideología, se remite al último momento histórico que la tuvo (los años 30) dada la grimosa desideologización de sus cuadros. Aquí todos creen que la imagen es inocente, y que se le puede incorporar cualquier cosa dando lugar a otra cosa. Ahora se ponderan las formas indoloras de incorporación del Otro porque la aniquilación es políticamente incorrecta. Se dirá que la esclavitud es buena porque sustituyó a los genocidios de los pueblos derrotados en las guerras de la antigüedad. El trabajo siempre nos hace libres y mejores. No viene a cuento criticar a Estados Unidos por las prácticas de tortura de Abu Ghraib, que son la trasposición colonial de esas salvajes novatadas que tienen lugar en el seno del ejército estadounidense. Basta recordar aquellas imágenes brutales de marines zurrando y asaeteando a los reclutas en ciernes, sometiéndolos a toda clase de vejaciones. La verdad es que era el primer paso para convertirlos en uno de los suyos. ¿Qué otra cosa es la campaña USA en Irak sino una forma de aproximación amorosa y una iniciación? Los americanos quieren que los irakíes sean de los suyos, y el rito iniciático no es otro que la novatada. (Guantánamo es un trasunto de la reclusión concentracionaria de los japos en territorio USA antes de insertarlos en el flujo de la normalización global). Son actos preliminares de incorporación consensual del Otro. Democracia en acto, por tanto.

Dejemos pues de rasgarnos las vestiduras acerca de nuestra tolerancia multicultural, nuestra libertad de pensamiento y nuestra superioridad moral respecto del Islam. Nuestras universidades están llenas de profesores pomposos que peroran sobre las vanguardias históricas, encomiándolas. Se les llena la boca de dadás y futurismos, y se jactan de la riqueza intelectual que sobrevino con el renacimiento y el laicismo. Pues bien, quienes llevaron adelante el proyecto futurista de quemar los museos fueron los talibanes al dinamitar los Budas gigantes de Bamiyán, para horror de los amantes europeos de las Bellas Artes, aniquilando el prejuicio religioso del Arte y la lógica capitalista del turismo. En ese momento Afganistán era vanguardia, iconoclastia, non sense dadaísta. Enfrentaron la Ilustración con sus absurdos y nos despojaron de argumentos. Hasta hoy jugábamos, amagábamos sin dar, encantados con la boutade (siempre sedante) pero sin llevarla a cabo.

Marinetti sabría muy bien en qué lado estar.

 

 

 

SESION DE AYAHUASCA

 

JOHNNY LINGAM:

La ayahuasca es una droga muy dura en cuanto a efectos secundarios (principalmente estomacales), difícil de ingerir por su horrible sabor, de efectos buscados intermitentes y muy cara comparada con otros enteógenos (8.000 pelas por cabeza costaba la única sesión en la que estuve). Fui con un amigo a esta ceremonia, hará unos diez años y él siguió profundizando en el tema, pero para mí fue bastante con aquella vez. Puedo soportar las grandes pruebas del espíritu, que diría Michaux, pero tanto obstáculo en lo corporal es demasiado para mí.

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EL ZURDO:

Yo participé en dos trabajos de ayahuasca junto a dos colaboradores a la sazón de mi revista “EL CORAZON DEL BOSQUE” (Iñaki Fernández -el vocalista de GLUTAMATO YEYE- y José Carlos Aguirre; en el primer trabajo también participó otra colaboradora corazonesca, Tessa Duncan). Año: 1995.

Recuerdo que el sabor me recordó al líquido en que se guardan las aceitunas sevillanas (desde luego, no era batido de frambuesa). No sentí más malestar físico que el desagradable sabor en el momento de la ingestión.

La ayahuasca la concibo, según mi experiencia, como el espejo mágico de la reina de Blancanieves. Te descubre cómo eres en realidad.

Las sesiones se celebraron en el campo, en una casa medio abandonada. Seríamos en total unas 30 personas.

En el primer trabajo tenía bastante aprensión. Dada mi traumática infancia y mis antecedentes (madre psicótica), amén de la sarta de complejos que aún por entonces no acababa de soltar del todo, temía que me diese un shock y me quedase catatónico o algo parecido.

Nos sentamos en corro en una sala grande y el chamán brasileño (un guaperas con moño como sacado de un culebrón) empezó a cantar una melopea acompañándose de una guitarra. Aquello me pareció un muermo, no me subía nada, era como una especie de misa (y nada me aburre más que las misas). Abandoné el corro y me instalé en una habitación, en un espléndido sillón, frente a una chimenea encendida. Concentré la mirada en las llamas y, zas, me pegó el subidón: fue muy reconfortante, era como inyectarme en vena el cuadro de Rafael que había usado como portada en mi último disco con LA MODE, con todos los filósofos griegos deambulando en mi cabeza (la sensación fue parecida a la descrita por Thomas Harris cuando Lecter se refugia en su palacio de la memoria). Serenidad, exquisitez, armonía. Varias personas se sentaron a mi lado con rostros sonrientes y parecían compartir mi buen rollo. O mi ego es descomunal y puede hasta con los enteógenos, o estaba en mejor forma psíquica de lo que creía antes de la experiencia.

Pasadas unas horas, salimos al patio de la casa y nos sentamos la mayoría en torno a una hoguera. Aguirre estaba a mi lado, también muy armónico, y mantuvimos una charla elevadísima sobre Jünger y Holderlin. Al día siguiente fuimos directamente a los cursillos del Escorial donde se honraba a Jünger. Recuerdo que esa noche cenamos en la mesa contigua y que EJ, a sus 100 años, estaba en una forma aún mejor que nosotros, charlando animadamente y riéndose como un chaval.

El segundo trabajo ocurrió unos meses después, a fines de otoño. Esta vez la cosa fue en plan lucha interior. Yo era un licántropo y la encarnación unipersonal de Serbia. El chamán, que detectó algo, se me acercó con su melopea para sedarme: me pareció crispante y nada sedativo; lo que tocaba lo había oído como música de fondo de un documental de la 2 sobre la Amazonia unos días antes (con lo que llegué a la conclusión de que el chamán era bastante hortera tanto en su look como en la elección de sus melopeas). Mis escrúpulos y cobardías, políticamente correctos, residuos de mi etapa derechohumanista de cuando el CDS y tal, sintonizaban con el chamán para expulsar al lobo y al serbio que hay en mí. Llegué a la conclusión de que el chamán era de la ONU y que me quería colonizar. Resistí a la colonización, mientras sudaba a chorros. Ganó el lobo/serbio y me sentí superluciferino, convencido de que mi cara era la de un lobo (o la de Jack Nicholson, que viene a ser lo mismo) y que si alguno de los que me rodeaban me miraba caería fulminado de terror, por lo que me cubrí con una manta para evitar disgustos.

Iñaki (quien en esa sesión se tiró horas contemplando arrobado una deposición que había plantado junto a un pino)  me dijo unos días después que estaba admirado de cómo había vivido mis dos trabajos. Que, cuando él pasó por el trance de la lucha interior, ganó su lado cobarde y correcto, y, abrumado por la culpa, se arrastró ante el chamán cual babosa. Yo nunca tuve intención de ello: no estaba dispuesto a ser colonizado por un sujeto con moño (los moños en cabeza masculina me dan bastante grima) que me desgranaba melopeas selváticas de todo a 100. Tal vez si el chamán hubiese sido Simone Weil, la cosa habría sido distinta, por aquello de que uno no es de piedra.

Propuse a Iñaki y a Aguirre que en la siguiente sesión debíamos llevar a mi editor Miguel Angel Vázquez y al recién nombrado jefe de FE/JONS Gustavo Morales para desarrollar una sesión guerrera en plan piel roja pero los azules no se atrevieron. Seguramente tenían miedo de que la ayahuasca les mostrase algo sobre sí mismos que no les iba a gustar nada.

Unos meses más tarde empecé mis tertulias con Rafa C., que me resultaban más económicas en lo material y más enjundiosas en lo espiritual a la postre. No he vuelto a tomar ayahuasca.

En cualquier caso, mucho seso y poco sexo.

 

En cuanto a la lucha interior de mi 2ª ayahuasca debió estar motivada (lo he pensado por la coincidencia de fechas) al haber tenido pocos días antes la conversación con Alicia Luxemburgo que me llevó a cambiar completamente mi postura en relación con lo abertzale y a abandonar definitivamente todo prurito derechohumanista, luchando dentro de mí el ectoplasma de Yoyes y el carisma dialéctico de Alicia. También, no mucho antes, Leopoldo Alas (tras colaborar tres veces en mi revista y participar junto a Borsani y varios personajes de la movida -Iñaki, Coppini, Herminio Molero, menda...- en la elaboración de un proyecto de musical) me acusó por sorpresa en su columna de “EL MUNDO” de "neonazi"  (luego Borsani me dijo que Leopoldo pretendía con ello hacer méritos antifascistas para pasar de “EL MUNDO” a “EL PAIS” -cosa que creo no ha conseguido hasta la fecha-).

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JUANJO SEIXAS:

Lo que más me ha impresionado ha sido lo relativo a la sesion de ayahuasca y la epoptéia zurda, sobre todo para mí, que soy un absoluto cobarde para todo eso (¿la expresión «temeroso de Dios» se referirá a eso?); la prudencia siempre llama a quedarse en la zona tranquila legislada por los límites y protegida por ellos: pero situarse justo en los límites y conocer sus dos lados, viendo lo otro desconocido es cosa de sabios o locos (unos y otros son los mismos).

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EL ZURDO:

Amigo Juanjo, en lo que a mí me toca de tu mensaje, sólo señalarte que hay épocas en que lo más prudente es seguir (al menos, con un ojo) a los sabios/locos y procurar estar muy al loro de lo que hacen y dicen (más que nada, porque en tales momentos no hay más espacio en el que moverse que la épica -bueno, también uno puede apearse por propio pie de un mundo que no se va a parar a su gusto o, como la fauna de Chueca y/o el mariquita de “EL 5º ELEMENTO”, negar lo que pasa alrededor mientras los cantazos de la realidad te maceran las carnes-).

De ahí que yo hoy me limite a ser UN HOMBRE DE MI TIEMPO y un gozoso testigo de las cosas que pasan. Todas las intuiciones válidas que alumbré desde que tengo uso de ello se están cumpliendo: no tengo, por tanto, que convencer a nadie de nada ni vender moto alguna (de ahí mi retirada total de la vida política). Me limito a comentar, cual pequeño filósofo entre azoriniano y celiniano, el Apocalipsis en que nos hallamos inmersos.

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HUBERT:

Muy interesantes, Fernando, las dos experiencias con ayahuasca que relatas. Algunos momentos de impacto: el espejo mágico de Blancanieves; el lobo/serbio arquetípico de la segunda en su lucha contra el superego.

Para mí se trata -no he probado la ayahuasca, pero sí la psilocibina, mescalina y lsd- de contactos conscientes con el noúmeno. En ese sentido veo menos una experiencia de reflexión, especular, que una entrada en lo que es, en lo ontológico heideggeriano, en el ámbito en que se forman las palabras, en Dios o la co-creación. Claro que, en cierto sentido, desidentificándonos de la imagen de la representación, el yo temporal, también somos eso, pero fuera del espejo. Ese espejo es el que se atraviesa -como Alicia- para llegar allí. Flexión.

La capacidad lingüística del que relata la experiencia es decisiva para poder traer de vuelta pedazos retóricos del noúmeno, de lo poético. En ese sentido, chapeau, Fernando, muy bello cómo lo describes, cómo lo recuerdas.

No comparto, sin embargo, la identificación de salud mental, "buena forma psíquica", con buen viaje. El mal viaje, o descenso a los infiernos, aceptado, puede dar paso a un insigh mucho mayor que la experiencia de delicioso jardín que casi siempre anhelamos cuando nos atrevemos a "acercarnos". Pero esto también requiere de matices, porque no hay esquema que permita atraparlo.

De lo que casi no dudo es de algo que nos enseñaba Jünger en “ACERCAMIENTOS”, que los dioses pedirán un precio por esta hybris, por este atrevimiento de entrar en territorio prohibido. En ocasiones, cuando el marco es ceremonial, una paradójica pérdida de alma; en otras, cuando la experiencia es individual, solitaria, puede que con aquello que Jung expresó maravillosamente bien: una nueva exigencia moral a una altura excesiva. Dejo ese fragmento que casi define mi posición actual respecto de los enteos, aunque la rendija de la puerta -del otro lado- deja pasar un poco de luz:

"¿Es la droga LSD como la mescalina? Tiene ciertamente efectos muy curiosos, -vide Aldoux Huxley!- de los cuales sé bien poco. Tampoco sé de su valor con pacientes neuróticos o psicóticos. Sólo sé que no tiene mucho sentido desear saber más sobre el inconsciente colectivo de lo que uno ya recibe a traves de los sueños y de la intuición. Cuanto más sabes de él, mayor y más pesadas se vuelven tus obligaciones morales, porque los contenidos del inconsciente se transforman en tus tareas y deberes individuales desde el momento en que se convierten en conscientes. ¿De verdad deseas aumentar tu soledad y los malentendidos con los demás? ¿Deseas encontrar cada vez mayores complicaciones y responsabilidades? Ya tienes bastante con las que tienes ahora. Si alguna vez pudiera decir que ya he hecho todo lo que sé que tengo que hacer, entonces quizás tendría una necesidad legítima de tomar mescalina. Pero si la tomase ahora, no podría estar seguro de no haberla tomado sólo por curiosidad ociosa. Odiaría la idea de haber tocado la esfera desde donde se hacen los colores que pintan el mundo, donde se crea la luz que hace brillar el esplendor de la madrugada, las líneas de todas las formas, el sonido que llena las órbitas, el pensamiento que ilumina la oscuridad del vacío. Hay algunas criaturas empobrecidas, quizás, para las cuales la mescalina pudiera ser un regalo divino sin efectos secundarios, pero soy profundamente escéptico de los "puros regalos de los dioses". Se suele pagar muy caro por ellos. Quidquid id est, timeo danao et dona ferentes."   (Jung, 1953)

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JOHNNY LINGAM:

Lo de Jung me cabrea un poco, porque pudiendo haber probado los regalos de los griegos no lo hizo, lo que, en mi opinión, le incapacita para hablar con propiedad de la experiencia visionaria. Sería un caso similar al de Mircea Eliade, tan interesado en los estados alterados de consciencia como remiso a hablar de su propia experiencia (o de sus ausencia de ella), como se puede comprobar en esta entrevista con Gordon Wason publicada en “EL MERCURIO”:

 

"Tuve un experiencia muy interesante con él en junio. El fue mi profesor en Chicago. Tuvimos algunas conversaciones sobre sustancias sagradas e historia de la religión, y siempre me animaba a aprender más. Finalmente le pregunté si podía resumir sus puntos de vista porque realmente no había dado un tratamiento adecuado a la cuestión aunque fuese central en todo su otro trabajo. Finalmente accedió a una entrevista y pusimos una fecha. Cuando esta llegó, pasó algo inesperado. Recuerdo nuestra conversación palabra por palabra:

 

Mircea Eliade: No puedo verte hoy

 

RF: ¿Pasa algo, profesor?

 

ME: Estoy un poco deprimido, no puedo pensar bien.

 

Pensé que si empezábamos la conversación podría salir de su estado. Entonces le dije:

 

RF: Hay mucha gente en el mundo que puede beneficiarse conociendo sus puntos de vista sobre las plantas sagradas.

 

ME: Bueno, No puedo hablar sobre eso.

 

Estaba realmente decepcionado. Trabaje duramente preparando una buena lista de preguntas y esperaba la entrevista con impaciencia ya que era una parte importante de nuestro libro, así que le dije:

 

RF: Profesor, usted siempre ha sido reacio a abordar esta cuestión y es algo que me sorprende porque es central en todos sus intereses: alquimia, mitología, chamanismo, yoga, secularización contemporánea, metodología en estudios religiosos...Una vez dijo que es porque el tema es muy controvertido, pero usted siempre ha sido controvertido.

 

ME: Si, lo sé. Pero no se nada sobre ello.

 

Esto me sorprendió bastante. Acababa de escribir doce páginas de citas de algunos de sus libros sobre plantas sagradas o elixires en la historia de la religión.

 

RF: Tampoco sabía nada de chamanismo cuando empezó a estudiarlo.

 

ME: Bueno, soy muy viejo ahora. No puedo empezar algo nuevo. Ahora por favor, váyase. Necesito descansar.

 

Así que me levante dispuesto a irme cuando le dije,

 

RF: Dígame profesor, ¿ese este tema, o algo relacionado con él, lo que le hace sentir tan mal?

 

ME: (zarandeando la mano) si.....no....bueno.....¡si! (luego enfáticamente) ¡No me gustan estas plantas!

 

¿De verdad? ¿Realmente dijo "no me gustan estas plantas"? ¿Esta autorizado a publicar esta entrevista con Eliade?

 

Mientras me iba me preguntó si volvería en otoño. Le dije que si, si estaría ahí, y cuando le sugerí el hacer la entrevista pareció aprobar la idea. Yo creo que quiere que piense mas sobre ellas yo mismo.

(Mircea Eliade falleció en Abril de 1986). "

 

www.mercurialis.com/emc/autores/wasson/entrevista.htm

 

Por otra parte, y aunque Junger sí experimentó ampliamente con estas sustancias, tampoco comparto sus reservas y su elitismo psiconáutico. Los huicholes, los shuar o los mazatecas no saben nada de Prometeo ni de fuegos robados a los dioses. Será por eso que su apreciación de los enteógenos es netamente positiva.

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HUBERT:

Comento brevemente estos dos pasajes de tu mensaje, Johnny Lingam.

Respecto de Jung, lo usual sería que no fuese precisamente persona avisada en la cuestión, por no haber experimentado directamente con sustancias de poder como bien indicas. Sin embargo, en el caso de Jung hay que hacer una excepción a esa regla heurística. Jung experimentó esos estados mediante sus propios brotes psicóticos y sabía muy bien lo que era una invasión de contenidos inconscientes. También sabía, por su formación y por su intuición, que el efecto básico de los enteos es la inducción de una psicosis, disolución de la estructura, del yo mundano usual, del "tonal" en terminología de Castaneda. Para mí, sabiendo que no las probó y, habiéndolas probado yo en repetidas ocasiones, acierta de pleno.  Si sigue el debate, aportaré más detalles si viene al caso.

En cuanto a Jünger, sigo compartiendo su posición a pesar del bien traído ejemplo de las culturas chamánicas (de chamanismo enteogénico, se entiende). El precio, recurro a Jung una vez más, de la experiencia enteogénica en el contexto tribal sigue siendo bien alto: la falta de individuación. Funciona, es saludable la experiencia, cierto. Siempre, claro, que renunciemos a la aparición del otro contrario en discordia, el individuo. En un contexto tribal, no hay problema. El chamán no puede evitar su posesión por el arquetipo y, lo peor, en ocasiones,  su identificación con él más allá de la experiencia. Inflación le llamaba a eso Jung.

Fuera de la tribu se abren todas las posibilidades que el Misterio pueda permitir. Infinitas, por cierto. Ningún moralismo en esta apreciación. Cada uno ha de saber si puede.

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JOHNNY LINGAM:

No te diré que un principio no fuera así, pero hace mucho tiempo que la ciencia abandonó la pretensión de equiparar sin más la experiencia visionaria inducida por sustancias a un brote psicótico. Por supuesto que algunas de estas experiencias pueden ser calificadas así (y yo también puedo hablar de primera mano), pero ni mucho menos todas.

La disolución del ego puede vivirse como un ataque a la estructura del yo superficial o funcional y una inmersión en un caos sin sentido o como una experiencia oceánica, plena y transformadora (o como una sucesión de ambos estados). Claro que si hacemos como algunos científicos, que arrojan al mismo saco de lo patológico, tanto las psicosis como las experiencias místicas, es imposible perder.

Ken Wilber explicaba muy bien las diferencias:

 

"TKW: Muy bien. Pero a menudo he escuchado que la visión mística bien podría tratarse de una patología esquizofrénica ¿Cómo contestarías a esa acusación?

 

KW: No creo que nadie ponga en duda que ciertos místicos presentan rasgos esquizofrénicos y aun que haya esquizofrénicos que experimentan intuiciones místicas. Pero desconozco a cualquier autoridad en la materia que crea que las experiencias místicas son básica y primordialmente alucinaciones esquizofrénicas.

 

Está claro que también conozco a muchas personas no cualificadas que así lo piensan, y que resultaría difícil convencerlas de lo contrario en el breve espacio de este entrevista. Diré, tan solo, que las prácticas espirituales y contemplativas utilizadas por los místicos- como la oración contemplativa o la meditación- pueden ser muy poderosas pero no lo suficiente como para atraer a un montón de hombres y mujeres normales, sanos y adultos y, en el curso de unos pocos años, convertirlos en esquizofrénicos delirantes. El Maestro de Zen Hakuin transmitió su enseñanza a ochenta y tres discípulos que se encargaron de revitalizar y organizar el Zen japonés. Ochenta y tres esquizofrénicos alucinados no podrían ponerse de acuerdo ni siquiera

para ir al baño...¿Qué habría pasado con el Zen japonés si éste hubiera sido el caso? "

 

www.yogakai.com/wilber1.htm

 

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HUBERT:

En lo que expones creo que no tenemos discrepancias, Johnny Lingam. Realmente me expresé mal si dií a entender que la psicosis inducida por los enteos era una "patología". Creo que las categorías de la medicina normal no reflejan apenas lo que se vive en aquellas experiencias en el otro lado. Por eso, desde aquí es "psicosis", disolución de la estructura egoica; desde el otro lado es una vivencia que supera toda convención o mapa trazado por y para el yo temporal. La filosofía perenne da mejores pistas de lo que "allí" ocurre. Pero también ahí está el posible problema o la paradoja de que un yo fuertemente estructurado pueda hacer frente a esos insighs y uno débilmente estructurado pueda, en cambio,  perder incluso esa débil coraza, tan necesaria en el mundo de la representación.

La experiencia oceánica puede ser transformadora, terapéutica, inducir no psicosis, sino auténticas metanoias: en aquellos que pueden soportar su recuerdo sin quemarse. Esa potestad (o ese "permiso" de los dioses) la tienen muy pocos.

No resulta muy edificante percibir como los nudos con bucles circulares de la genealogía familiar no solo no se disuelven, sino que se amplifican y se atrincheran durante la experiencia (en las experiencias colectivas se da la paradoja que en la transpersonalidad se dé al mismo tiempo el yo colectivo y los individuales con sus respectivas patologías a cuestas).

Que la psicosis paranoide implícita salga a la luz y se convierta en mil universos tenebrosos, amenazantes y sin redención posible (el grupo rechaza "energéticamente" al susodicho y así este confirma su paranoica propiocepción, proyectada al infinito).

Sí lo es, aunque resulte imposible de digerir, percibir aquello que dicen que Buda percibió: que todos ya estamos iluminados.

O lo de George Harrison en Yellow Submarine, All is in your Mind.

O que no es el ser, sino más bien la nada. Respondiendo a la pregunta de Heidegger.

La prevención viene de una asunción: ¿cómo utilizar con prudencia tales bombas psíquicas? Y también, ¿cómo desaprovecharlas? Me viene a la cabeza la interesantísima opción de experiencia controlada con ketolar, o vivir conscientemente una experiencia de quasi muerte. Que la cultura actual dedique tantas fuerzas a "reprimir" -en sentido freudiano- cualquier experiencia de autotrascendencia es, sin duda, una razón para desobedecer.

 

 

 

ALLA PINICULAS

 

ELDERLY:

Aunque me había propuesto no ver el "flín", accedí finalmente a visionar la película de los pastores a propuesta de una amiga norteamericana.

¿Qué quieren que les diga? La historia no tiene en ningún momento un pulso narrativo, todo son miniescenas de cinco minutos muy acabadas -eso sí- a medio camino del género videoclip o del anuncio de Marlboro. La fotografía es muy buena, pero poco más. Prefiero la mariconería trágica de un Montgmery Clift en las “VIDAS REBELDES” de John Huston (vaqueros que ven desaparecer su medio de vida) con una Marilyn fantástica (en “BROKEBACK MOUNTAIN” las tías que aparecen son cheerleaders bobas, pánfilas pasivas o busconas de bar). Es inaudito que una trama pastoril sea un éxito de taquilla en el siglo XXI. Y la épica de “COWBOY DE MEDIANOCHE” me llega mucho más jondo: impresionante escuchar al rubiales un áspero "I´m not a queer" (¿Ah, no? Pues ya nos dirás). En ningún momento llego a ver la grandeza romántica de querer sodomizar a un pastor en los riscos, francamente.

 

De las comerciales he visto también “BUENAS NOCHES Y BUENA SUERTE”. Muy pretenciosa con su blanco y negro, mucha aspereza en la emisión de voz, mucho tabaco, mucho ademán sesudo, primeros planos de lápices y nudillos y barbillas… El mensaje es tramposo, porque al final triunfa por supuesto la libertad americana y el buen rollito. Por cierto que McCarthy llegó a despertar en mí una viva simpatía al recordarme poderosamente a Pompidou (de aquel mayo revoltoso han permanecido los eslóganes y la cartelería, pero las intervenciones públicas de Pompidou fueron lo único revolucionario entonces: con qué desgana hablaba de toda esa movida). Ahora hay un ciclo en la Filmo de Robert Rossen, otro de los perseguidos por su militancia comunista que sólo pudo volver a hacer cine tras "largar" ante el comité de actividades norteamericanas.

 

La que me ha parecido encantadora es el panfleto sionista de Spielberg. Inquietante el personaje de Louis, y su "papá" ("Llámame papá", le dice el viejo al serial killer del Mossad, mientras recoge bayas, con aire de gnomo bondadoso). Cuando otro de los sicarios canturrea el “PAPA WAS A ROLLING STONE” mientras esperan para liquidar a un fedayín el delirio es total. Los palestinos que asaltan la villa olímpica parecen los Kool & the Gang. Incluso hay una cita de “MANHATTAN” (la escena del banco y el puente al fondo) cuando uno de los israelíes aparece acuchillado. Hay también extraños simbolismos en torno a la comida y la cocina (al prota le gusta cocinar especialidades israelíes) y la cocina es el gran símbolo del estado sionista ("tener un hogar es caro"). Por no hablar del speech a lo Ben Kingsley del artificiero ("eso es justo, es por tanto judío, y si me falta eso no tendré nada") y los agentes del KGB son también una pocholada, parecen ingenieros de caminos con caspa.

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EL ZURDO:

Casilda y yo vimos el flin de Clooney el domingo 23, día después del evento caminero. Nuestra elección la motivó un comentario favorable hecho off the forum por il signore Maledetto.

Nos dejó buen sabor de boca.

En mi caso, me pareció bastante logrado el ambiente (que me recordó a esos trabajos en b/n de Lumet y Frankenheimer de los primeros 60, muy tributarios, en el uso de primeros planos, de la tv primeriza de los 50) así como la identificación (¡tan randiana!) de la chispa luminosa del cigarrillo encendido con la expresión inteligente del desgarbado protagonista (un a modo de alter ego intelectual del Gary Cooper con el que gustaban de jugar Capra y AR).

También me parece muy atinada la decisión de que Macarthy se exprese solito, sin intermediación de histriones. Su imagen y sus palabras trascienden el panfleto y (salvo para una mente muy condicionada por el conductismo progre y la incultura general) dejan clara su parte de verdad. Casilda dijo que el hirsuto y ceñudo senador por Wisconsin tenía unos ojos preciosos. Yo le encontré un aire johnsoniano bastante profético, habida cuenta de la trayectoria pretoriana en política exterior del cesáreo (tanto por su ejecutoria como por su oscura llegada a la presidencia) sucesor de JFK. Al lado del berroqueño Lindon y sus guerras y tejemanejes secretos, la presidencia de Eisenhower (incluso con la presencia adjunta de un joven y supermotivado Nixon) resulta suave en su anticomunismo (¿tendría razón Macarthy cuando acusó a la mismísima Casa Blanca de rojilla y, con ello, provocó su caída política y su posterior muerte por envenenamiento a cargo de los servicios secretos? -hay algo claro: no es igual la relación de los USA con la URSS en los comienzos de la Guerra Fría que cuando Kruschev empieza a faltarle el respeto a la memoria de Stalin; paradójicamente, sería Kennedy y su equipo quienes volverían a la mano dura trumaniana a raíz de la crisis de los misiles-).

El mensaje centroizquierdista de Clooney creo que intenta, tal vez con menos acritud y paso más sigiloso, acercarse más a los ya mentados Lumet y Frankenheimer (o al John Sturgess de "CONSPIRACION DE SILENCIO") que al estridente y biodegradable panfletismo pseudoizquierdista de un Alan J. Pakula en sus culebrones antinixonianos a mayor gloria de Redford o Beatty para deleite orgásmico de madres de futuras becarias chupapollas (la única película auténticamente válida de esta vague, por su mayor profundidad y honestidad plástica, sería "LA CONVERSACION" de F.F. Coppola).

Para Maledetto y para mí lo que nos atrae del flin es su neto norteamericanismo, sin cortapisas políticamente correctas, sin rebajas en aras del mestizaje, del pensiero debole o de veleidades transgénicas (que diría Baudrillard). Pensamiento liberal servido en bandeja de pollo frito y batido de helado con soda. Canciones de Pete Seeger interpretadas reciamente por The Brothers Four. Nada de antiheroicos maullidos dylanianos. Nada de mamonadas dignas del aardvark Michael Moore. Sin mariconadas pastoriles. Recordando que hubo un tiempo ya lejano en que hasta los varones norteamericanos menos conservadores fumaban como carreteros y no deseaban casarse entre sí.

Entiendo también que es este norteamericanismo lo que molesta a Elderly. Tal vez por  la raíz francófona de su pensamiento y su vocación frustrada de espía soviético, los USA siempre le resultarán escasamente digeribles.

Pero aquí quiero acabar con una paradoja para nuestro estaliniano passenger. Recuerde cómo el padrecito georgiano puso en marcha el Plan Quinquenal por pura voluntad de emular a sus admirados USA del taylorismo y la eficiencia productiva. La eficiencia que tanto encandiló a Ayn Rand y que, en los 50 y primeros 60, compartían por igual tanto anticomunistas como liberales (de ahí que el mayor castigo contra las brujas a cazar por Macarthy no fuese la pena de muerte o la prisión, sino el despido -es decir, la pérdida de su ser como entes productivos-, como otrora lo fue el destierro para quienes sentían perder su esencia lejos de su patria).

Creo que Clooney, más allá del mero mensaje argumental, deja, con el buen hacer técnico de su flin, un mensaje de protesta menos correcto de lo que parece, una protesta, no sólo contra Bush y su entorno, sino contra el cul de sac indolente en que ha devenido el amasijo informe de opositores a Bush.

La nostalgia de Clooney por una época más histórica que antiutópica es la verdadera carga de profundidad de esta historia en b/n.

Vamos, esa es mi impresión.

Buenas noches y buena suerte.