MINI PAR

 

Beatriz Alonso Aranzábal

 

 

A CARA O CRUZ

 

De ser una gran ejecutiva a dormir en el coche reclinando el asiento. De los buenos días protocolarios a las miradas insustanciales. De la despedida fría de sus colegas a la sonrisa compasiva de la controladora del aparcamiento. De las vistas de su dormitorio al reflejo del sol en el salpicadero. Ha sido un paso. El breve trayecto entre jugar y perderlo todo. Jugar sin límites, como cuando era niña. El motor encendido. Por delante, el largo viaje de la recuperación. Detrás, un escaso equipaje. El freno de mano puesto. El tubo de escape liberando gases. La moneda en el aire.

 

 

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¡Son las doce menos diez y se acabaron las bromas! Levántate de una vez y deja el cuarto recogido, que nos están esperando. Uf, en días como hoy mi Doris me prepara un asado especial y me hace la mejor tarta de queso del condado. Es que sabe que lo paso mal, al final siempre me encariño, como me ha pasado contigo. Y eso que te ponías cansino con lo de “soy inocente, soy inocente” a cada rato… No llores tontorrón, si ya sabíamos que llegaría este momento. Por cierto, al final ni indulto ni último deseo: este año no hay presupuesto. Ya sabes, la crisis.