EN
CASA DEL HERREROS SE TOCAN MUCHOS PALOS
Un ensayo de Guillermina
Royo-Villanova,
acá Clorata de Potasa
La polifacética vida y obra de un humanista del SXX
Enrique Herreros fue un hombre polifacético
motivado por las innovaciones del comienzo del siglo XX,
cuando el ámbito sociocultural estaba en pleno proceso de cambio. Herreros
formó parte de una generación que se desarrolló en un tiempo de experimentación y
modernidad en Europa, donde las artes comenzaban a soltarse la melena y las
mujeres a cortársela. Aunque
España iba rezagada a este progreso los escritores y pensadores
de la generación de 1914 atraídos por la cultura europea analizaban los
problemas de España desde esa nueva perspectiva. La propuesta de estos
antecesores de Herreros como Gómez de
Se puede decir que Enrique Herreros era
un humanista en las nuevas artes de aquella vanguardia atreviéndose con el
cine, los collages y la publicidad. Un experto
pintor, grabador, ilustrador, director de cine, actor, cartelista, fotógrafo,
escritor, bibliófilo, esquiador, respiren, sobresaliente montañero e hincha del
Real Madrid. Todo esto era
producto de una personalidad jovial en un hombre ocurrente, con un talento
especial, una voluntad de hierro y un verdadero devoto de sus pasiones y
aficiones.
Contexto Histórico
Todo movimiento literario y cultural
tiene como influencia el resto de la historia que le precede en especial la de
la generación anterior, así pues el humorismo en España tiene un larguísimo recorrido en cuanto a sus formas con su
respectiva explicación sociológica. Voy a ceñirme pues a las influencias más
inmediatas que dieron paso a esta generación de humoristas del 27 y en especial
a la más directa influencia en Herreros.
A mediados de siglo Europa se recuperaba
del Holocausto. El hambre, las epidemias y la pobreza dejarían su huella en los
pensadores del momento, eran tiempos de posguerra mundial. Esto unido a una
España que también se recuperaba de una Guerra Civil que se había llevado por
delante a más de un millón de españoles , una España
ruinosa de represión y hambre en la que se moría de tifus, tuberculosis y hasta
de pena. Un país cuyo estómago dependía de una cartilla de racionamiento de
alimentos de primera necesidad, una España sumida en el rencor dentro un
panorama de dogmatismo, cursilería y necedad.
Los cambios comenzaron el 14 de abril de
1931 al proclamarse
El humor en las publicaciones satíricas
de entonces empezaba a aburrir a los lectores con tanto chiste sobre crítica
política, así como el ambiente general en la prensa de adoctrinamiento y el
arraigado estilo de discurso y oratoria. Con la consolidación del SXX y la revolución de las costumbres y del pensamiento,
los nuevos transportes y la consagración del cine llevó a la búsqueda de otro
concepto de humor más moderno.
En cuanto a las publicaciones periódicas,
el periodo anterior a la guerra estaba monopolizado por el articulista exceptuando
unos pocos como Julio Camba, Ramón Gómez de
Esta generación de 27, la del humorismo,
declaraba la guerra fría a la intolerancia y la censura con un mensaje de fondo
intrínseco hasta en el más surrealista de los textos donde lo que se proclama
es el absurdo ante lo absurdo de la situación. Muchas veces bajo la apariencia
de inocentes textos de humor encontramos una descarnada crítica social (algunos
con menos disimulo como Evaristo Acevedo que disparaba directamente
encarcelando a ministros en su Cárcel de
Papel). La crítica sociopolítica no había desaparecido, ahora compartía
páginas con otro temas y eso si, había cambiado
radicalmente en las formas, había desaparecido todo lo predecible. El lenguaje
heroico que hasta entonces se había utilizado era lo que menos quería leer una
juventud que tras la guerra estaba sedienta de libertad.
Para los rancios anclados en la nostalgia
publicaciones como Gutiérrez (que ya
existía en
El grupo pertenecía en general a una
clase acomodada, acomodada y culta que no se dejaba intimidar por la represión
y gracias a estos “señoritos”
que hicieron gala en sus estampas y textos de una actitud de rebelión
intelectual a través de la burla hacia el orden establecido, se dio un impulso
a la nueva generación hacia la tolerancia e independencia mediante el
instrumento de la sonrisa. Estos humoristas perseguían todo lo falso
de la sociedad y el convencionalismo de los sentimientos estereotipados con su
pacífico ejército de muñequitos cabezones, artistas imaginarios, aventureros
sin cabeza y pasatiempos enloquecidos. Tras la guerra aparecieron dos nuevas
clases sociales, “el nuevo rico” y “el estraperlista callejero”, que junto
a la burguesía les daría mucho juego como temática.
Como hemos dicho eran “señoritos
bohemios”, también hay que decir que muchos de ellos eran sordos de
audífono en oreja, aunque paradójicamente esto no se comenta tanto. El grupo no
comulgaba con las injusticias del régimen, no sólo por la parte que les tocaba
en cuanto a la censura sino porque eran conscientes de que el conflicto entre
los españoles se debía a una circunstancia que les había obligado a
posicionarse, muchos de sus colegas eran republicanos y viceversa.
Evidentemente la guerra polarizó los sentimientos y los amigos de tertulia
terminaron en uno u otro bando pero solía prevalecer la amistad. Son muchos los
ejemplos de estas amistades entre las dos españas,
tan bien reflejado en la película
También tuvo Herreros situaciones parecidas. En su faceta de alpinista hizo su
primer ascenso el asturianu picu
Naranjo de Bulnes, con sus amigos Juan Bautista Mato
y Silvino Ronda. Poco después Enrique y Bautista
lucharían con los Nacionales y Silvino formaría parte
del Batallón Alpino de los Republicanos. Al acabar la guerra Herreros y
Bautista hicieron lo posible por liberar a Silbino
cosa que consiguieron, reanudando sus aventuras en la montaña. Hubo amistades
inquebrantables pero también hubo traiciones, así Herreros al estallar la guerra fue detenido por algún chivatazo de
alguno de sus amigos Peñalaros de la sierra de Guadarrama, aunque de este contratiempo salió airoso y
mantuvo en secreto al culpable.
Un tópico en esta generación de
humoristas en los primeros años de su aparición sería la mala interpretación
por parte del lector, recordemos que estamos en
“ Yo ciertamente pinto en serio pero lo toman
en broma, otras veces pinto en broma y me toman en serio”. Muy parecida apreciación a la que tenía
Mark Twain y
otros tantos en cuanto a cómo era entendida su obra. Hablando de Twain, el hombre que dejó de fumar veinte veces al día,
podríamos atribuir a esta generación otra de sus sentencias, en la que
considera que “ la risa sin tinte de filosofía es
sólo un estornudo de humor, ya que el humor genuino está lleno de sabiduría”.
Esta sabiduría o filosofía camuflada no era siempre percibida por el lector y
fue un arma de doble filo, por un lado muy eficaz contra la intolerancia y la
censura y por otro mal entendida por los lectores que
no estaban educados a salirse del significado literal de los textos y estampas
cómicas.
Durante
En definitiva, Herreros fue un continuador de Cervantes, Goya, Quevedo, Solana,
Castelló, del esperpento de Valle Inclán y de Ramón
Gómez de
En el estilo de Herreros como en el de
Gómez de
“…debemos
adelantar los tiempos en nuestros corazones…” ( R.Gómez de
Herreros y Goya
Como buen madrileño y amante de la
pintura bebió de las aguas del Museo de Prado. La sátira, la estética y
cromatismo de Goya están impregnados en la paleta de Herreros. Arrastrado por
sus inquietudes pictóricas y su afición al grabado que aprendería en
Me
atrevo a afirmar, sin ningún atisbo de duda, que las diferencias plásticas
entre los humoristas españoles y los anglosajones se deben principalmente a las
influencias de Herreros. Esto es a que los ecos de las pinceladas de Herreros
no se han apagado todavía y a que siguiendo sus pisadas en la nieve , por los campos y montañas del humor español, han
transitado generaciones de humoristas gráficos sirviéndose de la paleta que
llevaba Herreros en la mochila y que estaba cargada de sus pinceladas, pero
también de las de Velázquez. De las de Goya y de
Solana. (
Herreros traductor de
Goya,
En 1946 Herreros hacía su segunda
exposición en la galería Arte Estilo, una exposición compuesta por más de
cuarenta aguafuertes , quince de ellos bajo el título “La tauromaquia de la muerte”
y once identificados como Los Muertos, donde sin duda el
recuerdo de Goya es inevitable en esa danza con la muerte.
Herreros autodidacta
El 29 de diciembre de 1903 nacía Enrique
García-Herreros Codesido en el madrileño barrio de Malasaña.
Más tarde cambiaría su apellido en pro de un nombre artístico más corto. Su
padre Don Abelardo García-Herreros y Cortés era funcionario del Catastro de
A los doce años, en 1915 asistía a
Completado el bachillerato con buenas
notas se prepara para estudiar Ingeniería Industrial, sin embargo llega a su
casa una citación para el Cuerpo de Artillería. Como el tema de Marruecos
estaba muy latente y se iba a replegar nuestro ejército para la defensa de
Melilla, Tetuán y Ceuta, su abuelo consiguió que se acogiera al reclutamiento
de los llamados soldados de cuota con servicio limitado previo pago.
Su padre insistía en que hiciera
oposiciones a “una cosa del estado”, que eso siempre está muy bien. Herreros
consiguió un nombramiento en
Pintura y grabado
Como hemos dicho Herreros bebió de los
maestros Goya, Quevedo, Solana y Castelló entre otros pintores europeos a los que
imitaba y admiraba como el Bosco y Modigliani. En 1941 su amigo y arquitecto Fernández Peña con quien había
compartido celda el
En 1944 su ya mencionado amigo Emilio Fernández Peña propietario de la
galería de Arte Estilo expone 21 obras de Herreros imitando autores como Rembrand, Goya, Velázquez,
Rafael, Solana o Vázquez Díaz.
En 1946 inaugura también en
Entre sus diversos trabajos como ilustrador de
libros aparte de su famoso Quijote, ilustra el libro de Wenceslao Fernández Flórez , El toro, el torero
y el gato, o las 35 estampas eróticas japonesas que hizo en 1971 y que
verían la luz en junio de 2003,
editadas por EDAF
y comentadas por Nati Mistral con un prólogo de Luis García Berlanga. El director cierra su
emotivo texto con las siguientes palabras: “ Fue
Enrique el más envidiado del inefable grupo de amigos que enriqueció un largo
periodo de mi vida. (Refiriéndose al dionisíaco
clan de bon vivants del
Café Gijón). Ese espacio vital de
felicidad permanente del que no querías ni podías escapar.”
En 1950 expone las mencionadas setenta y
cinco ilustraciones de El Ingenioso
Hidalgo Don Quijote de
El tema de “
Muy interesado en
Herreros ha dibujado la muerte muchas
veces como todo verdadero artista. Apunta su hijo: “La muerte como la secuencia y el instante más hondos y platinegros de la vida. Enrique Herreros dibuja mil veces
la muerte y se ríe de ella mil quinientas en nombre de la vida”
Herreros persiguió toda su vida esta imagen,
tanto es su obra artística como en su vida deportiva. El amor a la montaña
estaba unido al riesgo que conllevaba. Él mismo escribiría un epitafio cuando
gozaba de su plenitud física que rezaba así: “Aquí nace un animal que nació, vivió y murió entre Sandoval, San
Bernardo y Fuencarral”
Publicidad
Entre 1925 y 1930 diseña para la general Motors los anuncios de los últimos modelos. También
trabajaría para Harley Davidson.
En 1929 comienza a trabajar como jefe de publicidad de Sagarra
S.A. Donde entabla amistad con su director, Ricardo Urgoiti, que había fundado *Unión
Radio lo que terminaría siendo Radio Ser y un estudio dedicado a la
sincronización de películas mudas que llamaría Filmófono
a la que estuvo tan vinculado Herreros. Durante la guerra continuó haciendo
trabajos publicitarios desde su sede en San Sebastian.
Su amigo Urgoiti tuvo que exiliarse a Argentina por
su vinculación con El Sol (fundado por su padre) y Unión Radio.
*Fueron famosas las charlas de Ramón Gómez de
Humor
Herreros colaboró en las revistas Buen Humor, en
En 1942 participa en el XXVII
Salón de Humoristas donde entre otros participan Javier López Rubio, Federico
Galindo y Sileno.
Éste último consigue la medalla de oro de dicho salón y Herreros la de plata.
En 1946 vuelve a participar con tres dibujos en el XXVIII Salón de Humoristas.
En 1947 tiene lugar el I Salón de Humoristas
organizado por educación y Descanso en Zamora donde expone con Vicente Nacher,
José Picó y un recién aparecido Gila. Fue en esta expedición zamorana donde nacería la
relación de Gila
con
Herreros es padre
En 1927 Herreros
conoce a una atractiva joven de 17 años, se trata de Ernestina Maenza, la cual unos meses más tarde quedaría embarazada.
En un principio Herreros cambió de domicilio en un intento por evitar el
conflicto que acarrearía comunicar la noticia a sus padres. Su hijo Enrique ,
que fue apodado Quique para diferenciarlo de su padre, nacería el 9 de julio de
1927. Enrique y Ernestina mantendrían desde antes de la guerra una relación
superficial que mantendrían por su hijo Quique hasta que éste lo descubriera en
1952, lo que desencadenó una separación definitiva. La pareja tenía intereses
muy diferentes. Ernestina no tenía ningún interés en la cultura aunque sí en el
deporte llegando a ganar competiciones de esquí. La pareja continuó junta
durante y después de la guerra, hay que recordar que Enrique estuvo un año en
la cárcel
HERREROS
Y EL CINE
Cartelista
Además
de sus acertadas incursiones en la pintura al óleo, el grabado y su trascendental
aportación al humorismo, resalta su faceta de cartelista principalmente
desarrollada con motivos de cine dibujados, sobre todo, en el período
comprendido entre 1931 y
Herreros
trabajó para Filmófono durante más de veinticinco
años, cesando su colaboración en 1956 aunque siguió teniendo una buena relación
con ellos y colaborando ya como consejero.
Los
carteles de Herreros referentes al cine, pueden clasificarse en cinco facetas.
Los
carteles estrictamente cinematográficos, otros de tema general; fachadas que
haría para promocionar películas que se exhibían en el Palacio de
Es
indudable que como cartelista se encuentra entre los más importantes de todos
los tiempos junto a Josep Renau, Joan Miró, Carlos Sáenz de Tejada, Rafael
de Penagos, José Bardasano,
Roberto Domingo ( pintor taurino), Manuel Summers,
Vicente Gil Pérez y los ilustradores
de Blanco y Negro Francisco Sancha e Inocencio
Medina-Vera.
Actor
Gracias a su relación con el mundo cinematográfico y a
su estrecha amistad con director de cine Rafael
Gil, interpretó pequeños papeles en muchas de sus películas con intervenciones
breves pero eficaces que sacaban siempre una sonrisa.
En 1931,
participó en, Yo quiero que me lleven a Hollywood, de Edgar
Neville, grabada en las llamadas catacumbas donde
se encontraba Filmófono en la calle Gran Vía ( entonces
En 1944 haría de señor bajito en El clavo.
El año 1945 fue el más prolífero en
cuanto a sus colaboraciones como actor en películas como Cinco lobitos,
de Ladislao Vajda, El
fantasma y doña Juanita, película de Rafael Gil donde hacía de faquir , La vida en un hilo, de Edgar Neville,
donde hacía de taxista y El destino se disculpa.
Podemos
encontrarle en Aventuras de Juan Lucas,
en La muralla feliz (1943) dirigida
por él mismo y en Senda ignorada donde hacía de
espectador. Volvería a trabajar bajo
la dirección de su amigo Rafael Gil
en películas como Don
Quijote de
También podemos encontrarle en el
reparto de otros títulos como Cabaret una película de Eduardo Manzanos Brochero y en La vida es magnífica, película francesa
cuyo título original para variar es mucho más apetecible, Le voleur
de Tibidabo.
Herreros Director
Como director hizo dos largometrajes y tres cortos
donde se podía notar su virtuosismo pictórico en la calidad plástica.
En los años
40 dirige dos cortometrajes. Un mundo
olvidado,
En 1947
realiza su primer largometraje, María
Fernanda,
José Luis Garci lo elogiaba así en su libro Morir de Cine :
Pero es de Herreros
cineasta del que quisiera decir algo. Su película María Fernanda, la jerezana
(1946) es una de esas raras obras que te dejan boquiabierto por su continua
imaginación. Cine marginal del bueno, de ese que nace y muere en sí mismo,
hecho sin antecedentes y con la vista siempre rozando el futuro.
Herreros manager
Su constante vinculación con el cine derivó en los
años 50 en manager de artistas. Diría Herreros, “Semejante menester tenía la ventaja de no hacerle a uno madrugar”.
Su gran éxito lo alcanzó al descubrir a “Sarita”, Sara Montiel. Trabajo que hizo al más
puro estilo hollywoodiense, inventándose a la
estrella con el instinto del que sabe que terminaría teniendo luz propia. La
actriz, aunque más tarde no lo reconociera, conoció el éxito de su mano. Su
vida artística viviría el mayor momento de esplendor junto a Herreros.
Uno de los trucos publicitarios de Herreros era
organizar apoteósicos estrenos con fans enloquecidos
y entusiastas que arramplaban con todo lo que se les ponía por delante para
llegar a la actriz, por supuesto estos eran extras contratados y aleccionados
para romper lunas o lo que fuera tras previo acuerdo con el local del evento y
con los gastos pagados de antemano por la productora. En 1944 el director de cine italiano Raffaello Matarazzo entró
en Filmófono proponiendo realizar una comedia en la
que participaría Fernando Fernán Gómez.
El director insistía en introducir una cara nueva. Por aquél entonces Herreros
se había fijado en una joven que se hacía llamar María Alejandra, una joven
promesa que salía en la revista Semana.
Se apresuró en localizarla y hacerle una prueba en la que la joven gustó mucho.
Herreros bautizó a María Antonia Abad
Fernández con el nombre de Sara Montiel. La película se llamó Empezó en boda.
Sara más tarde demuestra su ingratitud hacia Herreros
en un libro de memorias en el que no reconoce su evidente ayuda en su vida
profesional. En los documentos que he encontrado de la familia Herreros sobre
Sara Montiel se nota que no tienen ninguna simpatía
hacia la actriz. En Herreros a vista de
pájaro, escrito por Enrique Herreros
hijo, encontramos muchas y variadas muestras de ello, no tanto por la relación
que Herreros mantuviera con la actriz, que fue más de “hotel” que de otra cosa, sino por la ingratitud que ésta
demostraría más tarde. Aseguran los Herreros que los relatos contados por Sara
en sus memorias nada tienen que ver con la realidad y están llenos de datos y
nombres cruzados según su conveniencia. Transcribo algunos de los comentarios
que caen como granizo a lo largo del citado libro de Herreros. Respecto al
rodaje de unas de sus películas afirma el hijo de nuestro protagonista: “…ella no dejaría de incordiar al prójimo…”.
En las descripciones de la violetera silba el resentimiento: “Aquella muchacha que había salido del Campo
de Criptana con una mano delante y otra detrás,
protegida por sus dos resplandecientes tetas, para
recorrer el camino de la vida, triunfar y dominar fuera como fuera.”
También insinúan lo complicado que era para Sara aprenderse los guiones. Y
niegan con rotundidad la versión de Sara en cuanto a que ésta mantuvo una
relación con Miguel Mihura “Sarita, reina del disparate y la confusión,
viene desde hace tiempo intentando crear una leyenda de amor con el bueno de Mihura que no se corresponde…”. Otras perlas hacen
referencia a su forma de vestir “Siempre
vistiendo más joven de lo que era en realidad” o aluden a sus deseos y
complicaciones carnales. Quedan también corregidas y citadas en dicho libro las
faltas gramaticales que la actriz cometía en sus misivas y nos informan sobre
sus amistades por conveniencia, “… ¿Habrá
digerido alguna vez el concepto de fidelidad?”. Vamos, que según los
Herreros era muy suelta de cascos a la hora de buscar buenos papeles. En 1963
Herreros dejaría de ser su representante, un desenlace, según su hijo, urdido y
maquinado por la actriz.
Pero Enrique Herreros tenía más trabajo que hacer en
este plano. Lanzaría en España al director francés René Clair a través de carteles que
realizó para varias de sus películas. Y produjo la película Noches de Casablanca. Herreros
promocionó tanto el cine europeo como el americano.
En 1946 descubre a Nati Mistral, una joven actriz que canta maravillosamente y con la que
siempre mantendría una relación de comprensión, inteligencia y camaradería, muy
lejos de la que mantuvo con Sara Montiel. A lo largo
de su vida tuvo a su cargo a otros personajes como Carmen Sevilla y Julio
Iglesias entre otros. En una entrevista que hizo el Diario Montañés a Enrique
Herreros hijo, diría sobre los recién citados:
-A
Nati Mistral me hubiese gustado haberla podido llamar
madrastra. Es una mujer excepcional que rebosa cultura por los cuatro costados.
Con Carmen Sevilla y sus peculiaridades he trabajado y es un encanto. Con Julio
Iglesias empecé pero no llegamos a congeniar y que iba a llegar lejos se veía
venir.
Alpinismo (entonces así llamado el montañismo)
En 1921, sin haber cumplido los 18 años comienza
sus codeos con el deporte en concreto con el boxeo, la natación, el fútbol, el
atletismo y la gimnasia.
En 1925 comienza su interés por
No quisiera extenderme demasiado en su
prolífera faceta como alpinista pero es necesario para entender al Herreros
artista.
En 1931 se hace socio de
Volviendo a
Enrique Herreros alguna vez contó con humor que se había quedado así de bajito
y calvo como consecuencias de la escalada porque cuanto más se encaramaba a los
empinados riscos, más menguaba su estatura a los ojos que lo miraban desde el
valle y que los vientos de las alturas le fueron dejando el cráneo como una
bola de billar. El 13 de julio de 1936, le volvemos a encontrar sentado en la cumbre
del Naranjo de Bulnes, junto a su amigo Silvino Ronda y Juan B. Mato. Esta sería la última escalada
antes de la guerra. En el libro de Enrique Herreros El sábado, a la sierra (editado por
Última escalada, que la
tierra te acoja bien
En
los últimos catorce años Herreros alterna su estancia en Madrid con largas
temporadas que pasa en Potes. Nos hallamos ante su época más fructífera.
Herreros se siente feliz pintando y dibujando para él mismo. No tiene que dar
cuentas a nadie. Y a los 70 años todavía practicaba el montañismo.
El día 30 de
agosto de 1977, un montañero le pide que le suba hasta las cumbres de los
Picos, camino del Naranjo. Al traspasar el refugio de Áliva,
en pleno Macizo Oriental, su querido Range Rover se despeña rodando Herreros con el todo-terreno. Le
evacuan al hospital de Valdecilla en Santander donde
tras luchar durante dieciocho días fallece.
Enrique
Herreros reposa en el tranquilo cementerio de Potes, en sus
queridos Picos de Europa y sobre su tumba Camilo José Cela, sin que nadie se lo
pidiera, esculpió este epitafio:
“Aquí yacen
los restos mortales de Enrique Herreros o sea Don Enrique García-Herreros Codesio. Dibujante, grabador, pintor, montañero que murió
en
El
Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes fue la montaña que le inspiró notables y coloristas
pinturas y dibujos.
Su
hijo Enrique donó a Cantabria más de ochenta de estas obras que se pueden
encontrar en El Museo Enrique Herreros emplazado en la torre del Infantado de
Potes, no lejos de su tumba.
Montaña y poesía
Herreros era un humanista, yo diría para
resumir que Enrique era un poeta en todas sus facetas artísticas. Allá dónde
fuera se deja entrever esa carga poética que dirigía sus pasos. Su unión con la
naturaleza, sus incesantes proyectos de superación en la montaña
, su constante conciencia y realismo ante los problemas unido a la forma
artística de expresarlo, le hace poeta. Escribiría artículos para la revista Peñalara durante años, algunos cargados de un intenso
mensaje alegórico siempre sin cursilería. Alguien diría sobre él que la
amplitud de su mirada era tan grande como la bondad de su pluma.
“El Montañismo o amor a la montaña produce en
el hombre ese estado de sobresalto y duda que ya Platón asignó a la embriaguez
amorosa al decir: ‘El amor es un estado intermedio entre el poseer y no
poseer’. Efectivamente, el montañero (de raíz ciudadana) no puede estar a todas
horas al lado de su montaña; tiene que conformarse con un acercamiento
intermitente, que excita más su anhelo y tiene más espacio para su ensueño que
para ver el esparaván de la realidad…” Enrique Herreros ,1954
Datos de interés:
Amor a la montaña. Catálogo con ilustraciones y
textos de los amigos de Enrique Herreros. ( Gala, Serrat…)
http://esport.paeria.es/filesImagina/galeria/CEE08/Amor%20a%20la%20montaña%20interior.pdf
Herreros hincha del Real Madrid
Herreros comenzó siendo miembro del Club
del Racing aunque mantuvo el cariño a este equipo
terminaría siendo un hincha acérrimo del Real Madrid. Voy a contar una anécdota
que escribe Fernando Vizcaíno Casas en su libro Humor con Humor se paga.
Cierta temporada hizo una apuesta con un
amigo no menos fanático que él pero éste del Atlético de Madrid. Merengues y
colchoneros se disputaban el primer puesto de la liga, la apuesta consistía en
que el perdedor tras el enfrentamiento debería llevar durante tres meses el
banderín del rival en su coche. Según mis investigaciones debió
de ser el primer partido a partir del cual se convertirían los equipos en
eternos rivales, si es así fue en 1929. El ganador de
Así como a la montaña son muchas las
viñetas que dedicaría a este deporte.
Los tres quijotes de Herreros
“La razón de la sinrazón que a mi razón se
hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura”.
Un día de 1909
una amiga de su madre le regala un ejemplar de El ingenioso Hidalgo Don Quijote de
Herreros una vez más nos recuerda a Goya
en su faceta de ilustrador del Quijote. Ambos autores aprendices de todo. A
Goya le encargaría en 1773
No se quedó con las ganas Enrique
Herreros de retratar al caballero pues ha sido el artista que ha ilustrado al
Quijote más veces y a cada cual más diferente.
La primera sería una versión codornicesca como
humorista, con 76 ilustraciones fechadas entre 1948 y 1960 y
realizadas sobre cartulina a pluma, pincel, lápiz, guaché, tinta china y toque
al óleo.
Entre
1963 y 1967 hizo dos series totalmente distintas entre si ,
obras que hizo para sí mismo sin ningún propósito comercial . Así el segundo
Quijote lo componen 96 obras enmarcadas en un estilo denominado expresionista en blanco y negro, sobre
papel couché, realizada en guache en las que consigue sacar a la riqueza de la
tinta negra el alma jugando con los medios tonos. Estas obras están firmadas y
fechadas en 1966. Este Quijote fue editado por EDAF
donde he encontrado en su prólogo estas palabras de Humbral :
Estas láminas de Herreros me parece
que son del año 66 (efectivamente), o sea de cuando el artista se encontraba en
lo más ponderado se su arte, sin despeñarse en el esperpento ni ahilarse en la
caricatura.
Ese Don Quijote de cabeza de rana que
combate con espada académica un zarzal de monstruos, mariposones negros y como
submarinos, supone un tiento de Herreros con el surrealismo, que a toda
creación estaba el pintor avizor y dotado.
Por
último, el Quijote cubista,
ilustraciones fechadas entre 1965 y 1967 realizadas a lápiz, rotulador, pincel
y guaché sobre cartulinas de diferentes colores. En estas láminas Herreros
busca la simplicidad de las formas colocando a los personajes dentro de un
equilibrio geométrico que el ilustrador armoniza con los diferentes colores y
materiales.
Collages
En los años treinta nace la estética que
da un paso definitivo en el diseño gráfico. El collage y el fotomontaje.
El collage será un emblema de revolución
estética y de la modernidad. Los primeros en utilizar en España el collage o
realmente el fotomontaje ( por supuesto influenciados
por Max Ernst y el dadaismo) serían Josep Renau y Ricardo
García (K-Hito) en la revista Gutiérrez.
Heredando esto Herreros y más tarde Julio
Cebrián en el Don
José de Mingote (Páginas de otro
siglo que parecen de éste, como homenaje a Max Ernst)
Por un lado estaba el citado Josep Renau el
cual desarrolló la técnica del collage en sus carteles como herramienta de
crítica social. El
valenciano estaba influenciado por el Art-Déco, el primitivismo telúrico de la poética de Vallecas, la herencia del activismo gráfico del Dadaísmo
comprometido, el cine soviético, así como por su continuidad en las sucesivas
poéticas visuales del radicalismo político germano y en muchos registros de la
sensibilidad novo-objetivista de entreguerras, la
vocación colectiva del gran muralismo de los mexicanos, el constructivismo
realista de tiempos de la guerra fría y el reverso miserable de los mass-media. Enrique
Herreros como ya hemos dicho bajo la influencia de las vanguardias y el cine distaba mucho de Renau. El cine que influiría en él sería más el de sus
amigos del Cine Club Proa Filmófono, el cine francés
y el americano. Cuando hablo de sus amigos de Filmófono
me refiero a Luis Buñuel , siempre fiel a la segunda República y Eduardo Ugarte que
como Renau era simpatizante y cofundador de
La personalidad crítica de Herreros se
refleja en sus collages más que en sus viñetas, se
puede definir como un humanista crítico, algo escéptico pero provisto de
esperanza. Otra frase que define el fondo poético en el trabajo de Herreros
sería esa suya que dice “Recuerda, se prohíbe
llorar”, aquí Herreros no se refiere al hecho físico del lacrimal excitado
sino al hecho de cómo encarar lo duro y triste de la vida sin negar el dolor y
la injusticia, afrontarlo y ocuparse en la medida de lo posible. Y lo más importante,
cuando todo se prohibía lo que Herreros prohibía era no mirar la vida con
sentido de humor, eso es lo que alimenta la esperanza, esa cosa que es lo
último que se pierde.
Renau y Herreros
terminarían siendo los mayores embajadores de la técnica del fotomontaje,
consagrándose como las figuras más importantes en el terreno del nuevo arte de
collage, adelantándose al actual concepto de la publicidad, el diseño gráfico,
el marketing y al simbolismo subliminal.
Cuando Mihura y
Tono dejaron
Portadas
En cuanto a sus portadas tanto su primera
fase de dibujos y chistes codornicescos como en su
segunda etapa en La Codorniz con Álvaro de Laiglesia
donde acabamos de decir tendió por el collage, Herreros apela a las emociones
contra la estupidez, la ignorancia, la rutina, la mediocridad y todos sus
disfraces.
Diría Herreros “Esa molestia que importa que no
se calme”
Así pues sus portadas tienen un fuerte
contenido simbólico con detalles de humor abstracto, que a su vez eran muy
prácticos de cara a la censura. Portadas con fuste, diría mi bisabuela.
Recordaré una anécdota que ya no recuerdo
ni dónde leí y que define muy bien el duelo entre
El humor era el ingrediente esencial en
sus portadas, como telón de fondo tanto en sus collages
como en sus pinturas. A lo largo de su recorrido por
Buen Humor- La Trinchera-La Ametralladora-La
Codorniz
En 1921, Pedro Antonio Vallehermosa, Sileno, funda el semanario de humor Buen Humor. Tres años
después llega a la redacción Enrique Herreros con un humor muy cercano al del
grupo de colaboradores de la revista que no eran otros que Antonio de Lara Gavilán (Tono), Miguel Mihura y Edgar Neville. En la redacción de esta
publicación conoció a Ramón Gómez de
El 18 de julio de 1936
estalla
En 1937 la Secretaría
General del Estado crea en Salamanca la Delegación del Estado para Prensa y
Propaganda. Esta Delegación será la encargada de crear La Trinchera,
un semanario destinado a los combatientes del bando nacional, bajo la
dirección de Rogelio Pérez Olivares. A partir del tercer número la
revista cambia el nombre de su cabecera y pasa a llamarse La
Ametralladora.
Tenía una impresión tosca
y poco material gráfico siempre con fines propagandistas. En sus páginas se
encontraban instrucciones políticas, discursos, eventos conmemorativos, con la
desfiguración de los hechos, extremismo y ridiculización de los rojos, propios de un panfleto propagandista.
Era publicación de nacionales para nacionales donde se dispara a
matar sin miramientos contra el enemigo que es atacado a todos los niveles.
Miguel Mihura era un hombre tímido nada dado a exaltaciones
patrióticas; no estando a gusto en un Madrid republicano se fue a San Sebastián
que estaba tomado por los nacionales. A la Delegación de Prensa y
Propaganda pensó que Mihura sería el director idóneo
para La Ametralladora. Este panfleto propagandista no era
exactamente la publicación con la que soñaba Mihura,
pero a Miguel le gustaba vivir bien y no estaba la cosa para rechazar trabajos.
Pronto dirigiría La Ametralladora más por comodidad que por
compromiso político, donde iría cogiendo terreno al papel dentro de lo posible
porque estaba claro que no iban a dejarle hacer la revista de humor literaria
que él deseaba. Como lo hiciera anteriormente en Buen Humor Herreros se
presentó en la redacción de La Ametralladora, donde se encuentra
con antiguos compañeros generacionales como Tono, Neville y el director de la
publicación, Mihura.
También comenzó a trabajar entonces para El Marca, periódico de la misma
editorial, donde colaboraba en una sección dedicada al montañismo.
Enrique Herreros que se incorporó en 1938 hasta el cierre de ésta en 1939 y publicaría 12
portadas en la revista. El equipo en torno a Mihura
continúa con la idea de un humorismo que toca la entraña misma de la comedia.
Había que mantener contentos a la Delegación de Prensa de tal forma que si la
portada era humorística, la contraportada debía ser propaganda. En abril de
1938, en plena Guerra Civil, Serrano Suñer crea
la Ley de Prensa con el objetivo de suprimir la prensa republicana, haciendo
del conjunto de la prensa una institución al servicio del Estado, transmisor de
valores oficiales, es decir un instrumento puro de adoctrinamiento político. La
Ametralladora recibe las primeras consignas de publicación obligatoria
y órdenes de no meterse con la Iglesia.
En junio de 1938, Jesús
Ercilla, es nombrado redactor-jefe de La Ametralladora, cargo
que ostenta sólo unos meses. En su sustitución llega un joven Álvaro de Laiglesia que
terminaría siendo uno de los mejores amigos de Herreros.
En La Ametralladora, más allá del tinte político de chistes y textos
tenía una línea neoexpresionista, llamada naif, cuyos temas más utilizados eran una mezcla de la vida
cotidiana y los sueños.
Ya en La Ametralladora, Herreros dio a
conocer al célebre Don Venerando que continuaría en La Codorniz y el cual nunca
tuvo padre hasta que Manzoni lo reclamara y Mihura firmara legalmente los papeles de su adopción. Para entonces había estado siendo plagiado
durante años.
En 1938 Enrique Herreros publicaba en
Por otro lado la amistad
entre Ercilla y Mihura fue clave para que la
Dirección General de Prensa le concediera a Mihura la
autorización administrativa para poder publicar el primer número de La
Codorniz. Ganada la guerra por los nacionales, La
Ametralladora edita su último número el 21 de mayo de 1939
La Codorniz de Enrique Herreros
y Filmófono
“La revista más audaz
para el lector más inteligente”
Terminada la guerra
Herreros vuelve a Madrid y se reincorpora a su antiguo trabajo como director de
publicidad en Filmófono, donde se encuentra que su
amigo Ricardo Urgoiti
se ha ido a vivir a Buenos Aires por su vinculación con la emisora Unión
Radio ( la Ser) y el diario El Sol.
A los principales
colaboradores de
El 8 de junio de 1941 en
una España en ruinas sumida en la miseria y en el rencor sale el primer huevo
de
Para este
nuevo proyecto Mihura se rodea de
colaboradores afines a este pensamiento codornicesco,
Cossío, Ramón Gomez
de
En el primer
número de
El mismo año que naciera La Codorniz murió la madre de Herreros y abandonó la casa llena de
recuerdos para instalarse en la calle Alburquerque. No se si había contado que
su padre había muerto poco después de que él saliera de La Modelo, siendo
aquella visita fugaz a Madrid la última vez que vio a su padre.
El afán de Mihura por la perfección en los contenidos humorísticos y la tensa relación que mantenía don De Laiglesia unido a que Mihura
comenzaba a interesarse más por el teatro, le llevaría a vender la publicación
a una sociedad anónima formada por el Conde de Godó
y Manuel Pombo Angulo, ascendiendo a la
dirección a su redactor jefe, Álvaro de Laiglesia.
Con él se inició la etapa más fecunda de la publicación. Aumentó el tamaño de
la revista y fue crucial el nombrar su segundo a Fernando Perdiguero
(que provenía de Gutiérrez y era tan genial como modesto). Desde
1944 sería el auténtico artífice “secreto”
de la revista.
Herreros fue un
importante eslabón entre
La Codorniz llegó casi
a triplicar su tirada y en una oleada posterior se incorporaron como firmas
principales las de los articulistas Remedios Orad, Víctor Vadorrey, Gonzalo Vivas, Jorge Llopis,
Juan Chorot, Bardaxí, José Luis Coll, Pgarcía
y Julio Penedo mientras que la plantilla de
dibujantes se ampliaba con Munoa, Máximo, Cebrián, Serafín, Kalikatres, Dátile, Pablo, Mena, Eduardo
y Madrigal.
Fernando Perdiguero había
mantenido la severidad electiva de Mihura,
mientras hacía evolucionar el humor hacia temas más cotidianos sin perder un
carácter de absurdo inteligente y experimentador. Tras la desaparición de Perdiguero
se relajó el valioso rigor intelectual, se abrieron las puertas a las mil
interpretaciones individualizadas y carentes de orientación de las nuevas
firmas y el proyecto se vino abajo. El humor de La Codorniz se
había aburguesado, era una caricatura de si misma, se había convertido en una
moda cursi.
En 1977, después de
treinta y tres años dirigiendo La Codorniz, Álvaro de Laiglesia fue destituido, sustituyéndole nominalmente Miguel
Ángel Flores aunque los responsables reales eran Manuel Summers y Chumy Chúmez, que regresaban tras el cierre de Hermano
Lobo. Del extinto semanario incorporaron entre otros a Manuel Vicent, Emilio de la Cruz Aguilar alias "McMacarra"
y el caricaturista Palacios. La nueva fórmula nada tenía que ver con lo
que antaño fuera La Codorniz. Se había perdido la identidad que durante
tanto tiempo la había diferenciado de otras publicaciones.
El 17 de septiembre muere
Enrique Herreros.
BIBLIOGRAFÍA
Las anécdotas
del humor. Humor con humor se paga. De Fernando Vizcaíno Casas. Editorial Planeta.Capítulo XII, Enrique
Herreros.
Ramón y las
vanguardias. Francisco Humbral. Selecciones Austral. Espasa Calpe.S.A
La Codorniz
Antología 1941-1978 ( Edaf)
Prólogo : Antonio Mingote.Epílogo: Chumy Chúmez
La Codorniz ( Antología Nº1) Editorial Agualarga. Primer prólogo :
Antonio Mingote. Segundo Prólogo: La Academia del Humor Por PGarcía
Presidente de la Academia.
La Codorniz de
Enrique Herreros ( EDAF) Con
la colaboración de Azcona, Cándido,Forges, Máximo,Mingote, Munoa,Peridis y
El Roto. Incluye España de mis humores y Herreros a vista de pájaro por Enrique
Herreros hijo.
Morir de cine,
José Luis Garci, Nickel Odeon, 1993.
Revista digital de LIÉBANA, Paraíso
natural en Cantabria: http://www.valledeliebana.info/reportajes/herreros.html
El Diario Montañés (
Entrevista a Enrique Herreros hijo) :
http://www.eldiariomontanes.es/20071007/sociedad/domingo/estos-cuadros-tienen-estar-20071007.html
Ciberniz , página web de la Academia
de Humor : http://www.ciberniz.com/
Documentos inéditos sobre La Ametralladora y La Codorniz de Miguel Mihura por José Antonio Llera
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/7217/1/ALE_19_07.pdf
MIGUEL DE CERVANTES
Don Quijote de la Mancha. Prólogo de Francisco Humbral. Editorial EDAF S.A
35 estampas
eróticas japonesas de Enrique Herreros, comentadas por Nati
Mistral con un prólogo de Luis García Berlanga. EDAF
MIGUEL MIHURA. Humor y melancolía. Julián Moreiro
Prieto. ALGABA EDICIONES