LA CASA POR LA VENTANA

 

a Hana Sonnenschein

 

Con la casa por montera

me tiré por la ventana

al filo de una mañana

atisbo de primavera.

 

La ventana era mujer

y, al caerme a sus adentros

(cuán acogedor su centro),

me arrojé para volver.

 

Un volver definitivo

(antes de ti no hubo antes):

fueron sus ojos brillantes

el comienzo de lo vivo.