A J.B. MANRIQUE ( VI )
Un personaje del Greco 

 

por Guillermina Royo-Villanova

 



Legado de santos óleos perlinos
esbozo elongado hacia el cielo
de un lienzo manierista desprendido
de la triste figura , sois el caballero

Adoro tu piel transparente infinita
expolio en vena del templo del vino
martirio es perderte en esta ermita
que sólo es retablo de ausencia en vilo

Pintura aristócrata, figura divina
en disonante y hierática torsión
eres obra de arte que se culmina
en este martirio o adoración

Continuo penitente en ese tu dolor
oblicuo , te alargas en un sentido
apoyado el cuerpo sobre la razón
eres perfecto muso del manierismo

Tan deseable, tan muerto , tan inmortal
tan ácido, tan frágil tu silencio ,
trazado en un camino sin trazar ,
me lleva la oración a un huerto

Tu piel trae la nieve del Escorial
cáriz de luz en un monasterio
tu tez es la tez que viste el invierno
vistiendo el deseo de celestial

Soy la mano del caballero en tu pecho
pálido altivo , lejanísimo hombre
me abrazo al tronco de tu árbol yerto
sintiendo el arte que me absorbe

Hermosa obra de un maestro greco
en horror vacui se erigen tus sombras ,
figura ahusada de lento movimiento
no te hacen falta palabras hondas

Tu silencio desdoblado es testamento
omitido en el entierro de un conde
dejando su herencia sobre un lienzo
y Orgaz en el centro dándote nombre

Hoy amanezco en la anunciación
en la caricia de tu palma encendida
si fueras martirio serías el santo
y en la Liga Santa , la alegoría

Alumbrada la luna está por tu rostro
vislumbre de otros siglos dorados
hierático dolido , estéril de sollozo
eres en mi cruz , el clavo blanco.

 

Amante helénico entre mercaderes
del templo expulsado por bardo,
me haré Magdalena por ti penitente
si habitas mi mundo, dejando tu cuadro.