EFICIENCIA



Beatriz Alonso Aranzábal



Como sus empleados, una vez recibidas las órdenes para cumplir con sus tareas, se retrasaban, se olvidaban, se enfermaban, se tomaban días libres, se liaban, se distraían, se mosqueaban, se estresaban, se tomaban un café, se fumaban un pitillo, se reunían un rato, se enviaban whatsapps, se reían de un chiste, se limaban la uña rota, se acordaban del dentista, se hacían un selfie para su red social, o se enzarzaban en discusiones, decidió crear un registro del cumplimiento de las mismas.

Como todos se olvidaron de rellenarlo, creó otro registro de recordatorio del anterior.

El jefe siempre estaba atareado.