chuletillas de cochinillo bien sazonadillas y guarnecidillas

(jo, parezco Ned Flanders)

 

(dedico este plato a Bárbara Mink Coast, que me hizo recordar en este hilo mis virginidades con el lechón)

 

 

álbum de fondo para la elaboración de este plato: BETE NOIRE de Bryan Ferry

 

En sartén puse a fuego fuerte una mezcla de aceite aromatizado con guindilla y vinagre aromatizado con papaya (pipos y restos de pulpa). Eché las chuletillas y bajé a fuego medio alto, dejándolas unos cinco minutos por cada lado.

 

Al tiempo, en freidora se iba haciendo una guarnición variada de patata, calabaza, plátano, pera, pimiento verde, calabacín, zanahoria y berenjena.

 

Cuando las chuletillas estuvieron listas, en los restos de grasa añadí un poco de salsa brava, pasta de ajo, salsa mexicana y pasta thai de pimiento picante y lo dejé que redujese con el calor residual.

 

Me quedé bastante satisfecho del resultado. Por primera vez el cochinillo no me parecía un chicle sosaina.

 

 

Según algunos reputados gastrónomos centroafricanos, como el ex/emperador Bokassa, esta misma receta también se puede hacer con bebé humano no mayor de un año o con muchacha aún no desflorada y tendente a la esteatopigia.