rompió una lanza:
CHARLIE MYSTERIO
Se avecina un filme sobre la figura del
inigualable Brian Jones, el Stone Dorado; sin duda uno de los personajes más
fascinantes y magnéticos del rock. Pensamos que la película será otra bazofia más
para mentes amorcilladas como en su momento lo fueron "The Doors",
"Backbeat" o "Velvet Goldmine". El listón fijado por obras
maestras del calibre de "El fantasma del Paraiso" o "El último
vals" parece imposible de superar a estas alturas.
Brian Jones fue el primer dandy del rock
and roll. Un esteta que se anticipó a otros que dignamente le
continuarían: Bowie, Ferry, Ayers,
Bolan, Cohen, Cale, Palmer... También fue su primer mártir.
Los años sesenta que le inmortalizaron
comienzan con un Brian joven, creativo, hambriento de reacciones, ávido por
desarrollar su proyecto personal (Rolling Stones) con el que mostrar al mundo
su propia interpretación del blues, música que le obsesiona y fascina como
ninguna otra.
A diferencia de sus compañeros de
aventuras Jones procedía de la clase alta de Cheltenham, Inglaterra. De padres
cultos aficionados al piano y de origen noble, su infancia ya está fuertemente
marcada por la música. De pequeño aprende piano y clarinete y descubre que es
capaz de tocar cualquier instrumento.
A pesar de su alto coeficiente intelectual
y de haber sido un estudiante brillante, el adolescente Brian-como los bluesmen
en los cruces de caminos-vende su alma al diablo para dedicar el resto de su
existencia a dos únicas actividades: el sexo y la música. Esto le lleva a escaparse constantemente de
la escuela deambulando con la bohemia musical de la comarca y al mismo tiempo a
dejar embarazadas a varias chicas.
La irresponsabilidad que ya apuntaba el
joven Brian no era su único distintivo: su excelente look, sumado a una
exquisita educación, le hacía irresistible a los ojos de cualquier mujer.
Sería injusto no resaltar que también
existía un Brian tímido, introvertido y cerebral. De hecho así se refleja en
sus aportaciones musicales, especialmente en los elaborados y melancólicos
arreglos que desarrollaría posteriormente para las composiciones de Jagger y
Richards.
El jazz le llevó al blues. En 1957 una
visita-ilegal, por supuesto-a un club local de jazz le lleva a adquirir
inmediatamente un saxofón alto que aprende a tocar instintivamente a base de
disciplina y robarle tiempo a sus horas académicas.
A los 15 años se apunta a la moda skiffle
y monta su primer grupo. Empieza a coleccionar obsesivamente discos de blues
con preferencias hacia Muddy Waters-de una canción suya tomaría posteriormente
el nombre para su famoso grupo-Elmore James y Howlin´Wolf.
En 1959 la presión por haber dejado
embarazada a una chica de 14 años se le hace insoportable y se escapa del
domicilio familiar rumbo a Escandinavia con dos únicos acompañantes: su saxo y
su recién adquirida guitarra.
Allí sobrevive de músico callejero durante
meses y se curte como profesional. Años más tarde recordaría esta experiencia
como el período más intenso, libre y feliz de toda su corta vida.
A finales de año regresa a Inglaterra y se
convierte en amante de una mujer casada tratando de evitar a su padre, quien le
reclama de nuevo en el hogar familiar (suponemos que para saldar cuentas de
todas sus diabluras).
En ese momento Brian tiene 17 años y dos
hijos ilegítimos.
Desescolarizado, se dedica básicamente a
frecuentar los clubs nocturnos y a seguir desarrollando su técnica de blues.
A base de autostop comienza a realizar
frecuentes viajes a Londres y toma contacto con su ebulliciente escena musical;
allí queda prendado del Ealing Club, un local de jazz y blues por el que
desfilan pioneros como Alexis Korner's Blues Inc. Brian se hace amigo de su
batería, un joven llamado Charlie Watts.
Paralelamente convence al manager del
Ealing para que le contrate, ofreciendo números de blues en las horas muertas
del club y reemplazando en ocasiones a la banda local. En su one-man show se
presenta bajo el seudónimo de Elmo Louis. En este momento comienza a ser
conocido en Londres como guitarrista de blues y uno de los mayores
coleccionistas del género. Tienen lugar sus primeras grabaciones que
inmortalizan el repertorio que ofrece en ese momento. Colabora en directo con
el grupo de Alexis Corner y muestra su pericia con la slide-guitar o bottleneck
técnica bastante inusual en la Inglaterra de entonces.
En 1962 unos primerizos Jagger y Richards
conocen a Brian una noche en el Ealing, quedando totalmente hechizados. Meses
más tarde nacerían los Rolling Stones bajo el liderazgo absoluto de Jones. En
2005 podemos asegurar que los Stones son el grupo más rentable en la historia
de la música. Lo demuestran sus millonarios ingresos superiores sin duda a
cualquier otra empresa musical. Llevan más de 40 años facturando sin cesar y
muy posiblemente continuarán multiplicando su fortuna hasta el final de sus
días. Ni el propio Brian Jones, que montó el grupo por simple amor a la música
y como medio de vida, podría hacerse una idea del gigante que ayudó a crear y
la jugosa trademark que nacería en los años venideros.
El primer año de existencia del conjunto
fue realmente duro. Los tres comparten
un diminuto y económico apartamento londinense. Allí pasan hambre y frío. Los
ensayos en ocasiones se realizan sin tener que salir de la cama ante la
ausencia de calefacción. Las guitarras son templadas bajo las sábanas. Un
escalofrioso Richards aprende todo lo que sabe del genial y virtuoso Brian. Los
precarios ingresos provienen de sus actuaciones en el Crawdaddy, otro punto
caliente del Londres musical, donde se muestran como un conjunto purista y
salvaje de Rhyhtm&Blues. Poco a poco sus seguidores se convierten en
legión.
Aparece en escena Andrew Loog Oldham,
convirtiéndose en manager del grupo. Con el tiempo se convertiría en uno de los
principales detractores y enemigos de Brian. A día de hoy aún sigue hablando
mal de él...
El primer contrato llega en el 63. Decca
los lanza como simple banda de covers. Su versión del "I Want to Be Your
Man" (Lennon/McCartney) incluye un peculiar solo de slide a cargo de
Brian, siendo esta la primera grabación de un tema británico que introduce este
sonido del blues negro del Delta. Parece ser que Lennon se quedó impresionado y
Harrison desde luego tomó buena nota.
En el estudio de grabación Brian se mueve
como pez en el agua. Fue sin duda el más abierto a los nuevos sonidos y el más
aficionado a desarrollar nuevas técnicas. De ahí su posterior amistad con
visionarios como Hendrix, Morrison o Nico. A partir de su muerte los Stones se
convirtieron en una banda de rock y punto. El pop, el folk, la psicodelia y el
blues experimental del período 65-68-los días más fructíferos de los Stones-
fueron elaborados bajo el tutelaje, la inspiración y la dirección de
Jones. Su faceta de
multiinstrumentista-pionero en Gran Bretaña- y el uso acertado de elementos
exóticos e inusuales en la producción pop -los clichés Merseybeat eran
francamente rígidos y limitados- para lograr efectos caleidoscópicos y
coloristas dejaría un reguero fácil de detectar en obras ajenas como "Revolver"
o "Sgt. Pepper´s". En las primeras grabaciones Brian se comporta como
un histérico bluesman que sopla su armónica con tanta pasión que a menudo
ensangrienta sus labios dejando perplejos a
técnicos, músicos y demás.
Loog Oldham los promociona infantilmente
en 1963 como conjunto rival de los Beatles (¡a pesar de versionear sus
composiciones!) y lanza el slogan: "¿dejaría que su hija se casase con
un Rolling Stone?". La frase sólo tiene sentido en ese momento si hace
mención a Brian, pues el resto del grupo son unos monaguillos a su lado.
Las primeras fotos promocionales del
conjunto son muy esclarecedoras. Jones es el rubio, el más atractivo y el único
que viste elegantemente de forma natural; los demás han sido obligados
contractualmente a enfundarse unos ridículo trajes que en realidad aborrecen.
Antes de los famosos labios setenteros es
indudable que el icono gráfico del grupo es el propio Brian. Destaca en cada
foto y muestra una seguridad propia de una vida rica en matices y experiencias
personales. Además es un esteta y pronto dejaría crecer su pelo para aniñar aún
más sus perfectas facciones. Entre sus más cercanos se le conoce como "Mr.
Shampoo" por su afición desmedida por la higiene capilar. Parece ser que
se lavaba el cabello un mínimo de 3 veces al día para lograr un brillo cercano
al oro, símbolo de la purificación del alma.
El modo de vida Stone popularizado años
más tarde por Jagger y Richards es un invento absoluto de Brian. En aquellos
días las chicas le persiguen, los embarazos van en aumento, su vida nocturna es
frenética y sus experiencias con drogas son abundantes. Su irresistible imagen
pop-art, sus excentricidades, su orientación beatnik y también su crueldad
hacen de Brian Jones un personaje tan inusual como irresistible en aquellos
días. Las locuras de Keith Moon, los desvaríos de Syd Barrett, el misticismo de
Jim Morrison, las salvajadas de Led Zeppelín o el genuino feedback velvetiano
de la Factory simplemente aún no existían.
Los tres primeros años (63,64,65) son una
época fabulosa de éxito de crítica y público. Singles constantes en el
hit-parade, tours europeos que desembocan junto a otros en la famosa "invasión
británica" -la juventud americana les recibe con los brazos abiertos-
y la licencia de la discográfica en el 64 para que el grupo grabe y promocione
sus propias composiciones. Brian como obseso del blues es siempre partidario a
realizar versiones y continuar en su línea de purismo musical. Hay que
reconocer que siempre las dotaba de un aire completamente nuevo y así clásicos
de Willie Dixon o Muddy Waters son disfrutados por el público blanco anglosajón
tras recibir el tamiz Jones, quien se permitía la licencia de cambiar sus
tempos e introducir arreglos de guitarras que creía convenientes. De hecho
funcionaron en las listas y así un oscuro single de los Valentinos es grabado
en los míticos estudios Chess de Chicago-aprovechando la aventura
americana-bajo la atenta mirada del genio Phil Spector y posteriormente se
coloca en el número 1: "It´s all over now". Brian culmina uno de sus
sueños al tomar contacto con los músicos americanos que le habían inspirado.
Muchos bluesmen quedaron soprendidos al comprobar que un muchacho blanco
europeo con pinta de dandy decadente había entendido y asimilado el espíritu
bluessy cuyos códigos secretos no eran
transferibles.
En 1964 los Stones eran los monarcas-aún
no satánicos-indiscutibles del R&B, pero el ambicioso y pérfido Oldham les
obligó a gestar de forma rápida un repertorio propio y así poder competir con los auténticos reyes de
entonces, los Beatles. De hecho les encerró en una habitación para que
escribiesen un hit propio, que se convirtió en el punto de inflexión de la
carrera del cuarteto.
Jagger y Richards se estrenaron como
compositores de altura con el impecable single “The last time”/”Play with
fire”, que fue grabado en Los Angeles
con Spector y su equipo. "The last time" es una canción histórica que
anticipa el blues progresivo que se iba a estilar en lo sucesivo. El riff
hipnótico y obsesivo que ideó Brian Jones es difícil de olvidar una vez que se
escucha. Y es el auténtico protagonista de la canción; supone una puerta que se abre en la música,
una nueva forma de entender el pop.
La cara b también es fascinante, un tiempo
lento titulado "Play with fire" majestuosamente arreglado por Jack
Nietzsche, quien emplea un clavocordio para dotar al tema de tensión dramática;
también es la primera letra importante del grupo, de ácida carga social. Jones
sin duda aprendió mucho de esta histórica sesión y asimiló las enseñanzas
spectorianas para los siguientes trabajos de un conjunto que ya empezaba a
darle la espalda.
El sencillo apareció a comienzos del 65 y
fue directo al número 1. A partir de él todos los singles llevarían la firma
autoral Jagger/Richards. La maniobra de Oldham fue desplazar a Jones en ese
momento. Brian pierde el liderazgo y es relegado a un papel secundario a simple
vista. En los siguientes meses el diabólico manager llegó a apagarle el
micrófono en las actuaciones y a eliminar pistas de guitarra que el músico
había aportado a las grabaciones.
El 65 transcurre como el año más
productivo hasta la fecha y entre el extenso número de sencillos que lanzan (el
celebérrimo "Satisfaction" entre otros) conviene señalar que es fácil
distinguir la huella de Brian Jones en delicias como "The singer not the
song", "19th nervous breakdown" o la crepuscular "As tears
go by" que un año antes había interpretado la bella musa Marianne
Faithfull. Ya en este tiempo Brian se engancha a la bebida y a la
experimentación con ácidos y otros peligros químicos. A su cóctel de fármacos
se le suma una naciente paranoia, cambios de humor extremos y una conducta
errática. Comienza a sentirse alienado y traicionado por lo suyos. No era de
extrañar.
A finales de 1965 los Beatles cambian de forma
absoluta el panorama musical internacional al publicar "Rubber Soul",
un álbum con canciones interrelacionadas que superan los tópicos singles y que
posee un tono narrativo propio de la literatura.
Por primera vez en el rock se concibe una
obra musical propiamente dicha que sin desarrollar un único tema (los álbumes
conceptuales llegarían después, exceptuando el pionero "Ventures in
space" y las locuras galácticas de Joe Meek) sí introduce pequeños
episodios acerca de lo cotidiano, reflexiones pop materializadas en canciones
muy elaboradas que constituyen un todo indivisible y compacto. Era un LP para
ser escuchado de principio a fin sin sobrantes, covers, ni material de relleno.
En USA la reacción inmediata fue el famoso
"Pet Sounds" de Beach Boys-o lo que es lo mismo Brian Wilson-y en
Inglaterra los Stones grabaron el mejor álbum de su carrera bajo la batuta de
Jones. Con "Aftermath" (1966) el grupo alcanza su plenitud artística
y se aleja definitivamente del purismo blues que había constituido su punto de
partida. Brian arregla la exquisita
"Lady Jane" con caricias de dulcimer e introduce las marimbas en
"Under my thumb", creando una línea exótica y eterna con ecos del
Spector de "Spanish Harlem", pero infinitamente más oscuro.
En conjunto esta obra es un compendio de
rock, folk, soul, blues avanzado, baladas medievales... Letras maduras bajo un manto de excelentes
melodías aderezadas con sabores agridulces y cocinadas sabiamente por el chef
Brian, o pintadas mediante dripping de múltiples colores y difusas manchas por
el maestro Jones . Él era ya un pasajero incómodo en aquel viaje, que acabaría
por convertirse en exceso de equipaje del que desprenderse; sin embargo sus
aptitudes y creatividad iban en progresión geométrica como cualquiera puede
comprobar escuchando este inolvidable álbum. Sus declaraciones en una
entrevista de aquel año son muy gráficas: "Mi deseo en esta vida nunca
ha sido llegar a convertirme en una pop star. Sinceramente no estoy satisfecho
ni artística ni personalmente".
TO BE CONTINUED