SI VIS PACEM, PARA BELLUM
Diez
armas de fuego para arreglar España
por Bang Bang Dildo
“Las
ametralladoras son hermosas: guardan con la pistola la misma relación que la
máquina de escribir con el bolígrafo”.
Eduardo Haro Ibars
AR-15
800 balas por minuto
Fusil de asalto desarrollado
en 1957 por Eugene Stoner, uno de los más brillantes diseñadores de armas del
siglo XX. Fue un encargo del Ejército de los Estados Unidos, que necesitaba un
arma con un alcance de unos
Si le metemos todo, tenemos
casi un superfusil, aunque no deja de ser un juguete comparado con el XK-11 y
demás “maquinones” de fabricación
reciente.
Fabricado por la compañía
ArmaLite, el AR-15 empezó siendo de uso exclusivo de
Aunque no es un arma
precisamente pequeña, su ligereza, precisión y velocidad propiciaron que se
convirtiera también en una excelente opción para comandos terroristas. Eso, y
que sus balas eran capaces de atravesar cascos y chalecos antibalas a medio
kilómetro de distancia. Con estos poderes, durante años sirvió bien a la
organización militar revolucionaria independentista IRA (Ejército Republicano
Irlandés), que con ella eliminó a decenas de soldados británicos, entre otros
objetivos prioritarios.
En la actualidad, es la
mítica compañía Colt la que se ocupa de fabricar el AR-15, que, como versión
civil del M16 que es, se ha convertido en el arma más comprada por los civiles
estadounidenses para la llamada “autodefensa”.
Tras las matanzas de Newton y Colorado, ambas perpetradas con sendos AR-15s,
las ventas del fusil se han disparado (nunca mejor dicho), ante la previsión de
que el Gobierno prohiba la posesión privada de este tipo de armas.
Lo que no podrán hacer es
borrar su alargada sombra de la cultura popular yanqui. Hemos visto AR-15s en
películas como “Asalto a la comisaría del distrito
Skorpion vz.61
850 balas por minuto
Fue forjada en 1959 por el
ingeniero Miroslav Rybár para la compañía Ceska Zbrojovka (sita en la localidad
checoslovaca de Uherský Brod). Lo de vz. significa “vzor” (en checo, “modelo”)
y 61 es el año en que el modelo entró en producción. Por su peso (1’27 kilos) y
longitud (27cm.) podría ser una pistola, pero sus prestaciones y su cadencia de
disparo son claramente los de un subfusil. Además, tiene modo de tiro
automático y cargador de 10 o 20 cartuchos, a elegir.
En principio, fue utilizado
por el ejército y las fuerzas de seguridad del Estado checoslovaco para
misiones “rutinarias” como escoltar
vehículos blindados o conducir coches oficiales. También estaba presente en las
cananas de las brigadas antiterroristas, hasta que fue sustituida por la
alemana HK MP5K, que, aunque es bastante más potente y eficaz, no es tan bonita
y morbosa. El contraste entre la culata de madera y el corpus de acero resulta
de una belleza casi hipnótica. Vamos, como diría Andy, el vivaracho vendedor de
armas de “Taxi Driver”, una alhaja.
La cadencia de fuego del
vz.61 era un poco exagerada para el papel más o menos secundario que le tocó
jugar, por lo que, en sucesivas ediciones, le metieron un reductor en la
empuñadura que, tras cada tiro, permitía retener el cerrojo un instante. Más
adelante, el subfusil sería adoptado por las fuerzas armadas de países como
Egipto, Irak, Libia o Mozambique, que se andarían con menos tonterías. Aunque
no existen documentos gráficos que lo confirmen, se rumorea que también fue
utilizado por el Viet Cong (Frente Nacional de Liberación de Vietnam), lo cual
no es descabellado, pues estos excelentes guerrilleros aprovechaban todas las
armas que caían en sus manos.
En los últimos tiempos, la
facilidad de manejo, la liviandad y el tamaño del vz. 61 (que hasta puede
llevarse en una funda tipo pistola) ha propiciado que sea un best seller entre
comandos terroristas de diversas nacionalidades. Los terroristas suelen equipar
sus armas con un silenciador que, si bien reduce el alcance de las balas,
resulta muy útil en misiones discretas como atracos a bancos o ejecuciones en
locales públicos.
Por último, decir que es un
arma de lo más fotogénica, que queda muy bien en pantalla: la hemos visto en
películas como “Matrix”, “Blade II” o “El caballero oscuro”, series como
“Battlestar Galactica” y videojuegos como “SWAT
Ingram MAC-10
1000 balas por minuto
Desarrollada en 1970 por
Gordon B. Ingram para su compañia Military Armament Corporation (Powder
Springs, Georgia, USA), el MAC-10 pertenece a la tercera generación de
subfusiles o pistolas ametralladoras. Es un arma gruesa, sólida, macarra, poco
precisa, sencilla y potente. Muy recomendable para trabajos muy sucios, pues al
apretar su gatillo provocas una letal lluvia de balas que acaba con todo lo que
hay en varios metros a la redonda. Es perfecta, pues, para “barrer” espacios
cerrados, aunque su alta cadencia de disparo encerrada en ese cuerpo tan
modesto hace que los expertos recomienden que se utilice con silenciador, pues
sin él se vuelve mucho más difícil de controlar y manipular.
Como tantas otras, Ingram
estuvo presente en Vietnam, pero en el bando yanqui y limitada a operaciones
muy concretas. Tras la guerra, la corporación MAC fue decayendo hasta cerrar
sus puertas en 1976, pero el modelo continuó siendo fabricado por RPB
Industries Corporation (Atlanta). Considerada “la UZI americana” (ya que la UZI
original era de origen israelí) el arma se puso de moda entre todo tipo de
individuos de ocupaciones turbias que pululaban por los Estados Unidos en las
décadas de los años 70 y 80. Después, otras compañías imitaron su diseño,
haciendo que el arma estuviera presente también en Argentina, Jamaica, Ucrania
o Reino Unido. Incluso países como China o Japón desarrollaron sus propias
copias del subfusil.
Bazas como su gran potencia o
su tamaño (si retraes el culatín y extraes el cargador, puedes esconderla
fácilmente en el bolsillo de un abrigo) han hecho de esta Ingram un arma muy
querida por traficantes, mafiosos o insurgentes. No en vano, también la llaman
“la UZI de los terroristas”. Y si sus cifras de venta son relativamente bajas
para lo mucho que se ve, es precisamente porque la mayoría de los apandadores
la compra en el mercado negro.
Hoy por hoy, existen mejores
armas en esta línea, más estables, pequeñas y manejables, como la Micro Uzi,
pero, personalmente, optaría por la Ingram. Entre otras cosas, porque la he
visto en decenas de series de televisión y películas, casi siempre en manos de
malos, rebeldes o terroristas. Rutger Hauer la empuñó en “Los halcones de la
noche”, Bruce Willis en “Pulp Fiction”, Kurt Russel en “1997: Rescate en Nueva
York”, un anónimo traficante en “Robocop
AK-47
100 balas por minuto
Efectivamente, estamos
hablando del celebérrimo Avtomat Kaláshnikova modelo 1947, “Kalashnikov” para
los amigos. Su padre es Mijaíl Kaláshnikov, mecánico y suboficial de carros de
combate que, en 1944, tras ser herido en un brazo por una bomba nazi, fue
ingresado en un hospital militar. Mientras estaba convaleciente, diseñó el
AK-47.
Aunque entre 1947 y 1978 fue
el emblema de la URSS, el Kalashnikov acabó convertido en un icono bélico
universal y en el arma de fuego más producida de la Historia. Es utilizada por
los ejércitos de 80 países, entre los que no figura España, pero sí Corea del Norte,
Estados Unidos, Emiratos Árabes o México (donde la llaman “cuerno de chivo”).
Mozambique consiguió su independencia gracias a este arma, por eso el emblema
del país es un AK47 sobre una estrella roja. En total, existen unos 50 millones
de Kalashnikovs en todo el mundo, sin contar los que se fabrican de forma
ilegal (gracias a su sencillo mecanismo y a su bajo coste de producción) y sus
variantes, entre las que cabría destacar el Rk 62 finlandés.
El Kalash es un artefacto de
disparo veloz, con poco retroceso y alta precisión. Es, también, haciendo honor
a su nacionalidad, el arma más resistente del mundo: los viejos modelos de los
años 50 siguen funcionando a tope, así los sumerjas en el agua, los entierres
en barro o les pases un tanque por encima. Con él es posible acertarle a un
blanco humano a
No hay que decir que las
guerrillas rebeldes y los terroristas de todo el mundo sienten debilidad por el
AK-47. Como fue el arma oficial del Ejército Rojo y de los países del Pacto de
Varsovia, los guerrilleros marxistas la convirtieron en su arma oficiosa. Otros
usuarios de relumbrón fueron los talibanes, Al-Qaeda, las guerrillas FARC y el
Ejército de Liberación Nacional en Colombia... Es lógico, pues, que en
occidente, el Kalashnikov se asocie al terrorismo y en el Tercer Mundo, a la
revolución.
En cuanto a la presencia del
cuernochivo en el cine y la tele, no ha sido tanta como cabría esperar, puesto
que, debido a su procedencia rusa, durante años fue un arma difícil de
conseguir en Hollywood. Por ello, se solían utilizar sucedáneos o imitaciones.
Con todo y con eso, hay un buen montón de películas donde se disparan genuinos
AK-47: “Apocalypse Now”, “Rocky IV”, “Rambo III”, “X-Men: First Class”...
Además, la hemos visto pixelada en videojuegos como “50 Cent: Bulletproof”,
“Scarface: The world is yours” o “Mercenaries 2: World in flames”. Por
supuesto, casi siempre aparece en manos de soldados soviéticos, terroristas,
guerrillas colombianas o, directamente, supervillanos.
vz. 58
800 balas por minuto
Checoslovaquia fue una de las
pocas naciones del Pacto de Varsovia a la que la Unión Soviética le permitió
desarrollar un programa independiente de armas automáticas. Entre ellas,
tesoros como el subfusil Skorpion CZ61, la ametralladora ligera UK vz. 59... o
el vz. 58. Puede que este fusil de asalto tenga un razonable parecido con el
Kalashnikov, pero no hay que dejarse engañar por las apariencias: en el fondo,
además de su forma y su cartucho (M43 de 7.62x39 mm) poco tiene que ver con su
primo ruso.
Ideado por el ingeniero Jirí
Cermák y producido por la factoría estatal Ceska Zbrojovka desde 1956, el vz.
58 es un arma única y genuina que funciona por un proceso de combustión de gas
muy novedoso para la época y dispone de un selector de tres posiciones a la
altura de su empuñadura de madera, que permite elegir entre modo seguro, fuego
semiautomático y fuego automático. Su versatilidad le permitió admitir sin
problemas todos los complementos que se entregaron a los soldados checos:
cuatro cargadores de 30 cartuchos cada uno, un dispositivo para municionar
rápidamente, un regulador de punto de mira, un bípode, una bayoneta, un kit de
limpieza y correa de transporte.
Durante décadas, el vz. 58
fue utilizado con éxito por las fuerzas armadas de Checoslovaquia, pero en 1984
fue sustituido por un arma más moderna, aunque con menos encanto: el CZ-805
BREN.
En la actualidad, el viejo 58
todavía es utilizado por Cuba, Irak, Vietnam e infinidad de países asiáticos y
africanos. Con el paso del tiempo, el arma ha ido mutando, conociendo otras
versiones, pero ninguna como la vz. 58 original.
Para actividades insurgentes,
el arma resulta más útil que el AK-47, ya que pesa bastante menos: unos 3
kilitos, munición aparte. Además, si le quitas la culata puedes esconderla
fácilmente, como hicieron los tres terroristas del Ejército Rojo Japonés en la
famosa masacre de Lod (el aeropuerto más grande de Israel) en 1972: haciéndose
pasar por músicos, llevaban tres estuches para violín con los vz. 58, y de esta
forma lograron matar a 26 personas y herir a otras 78 en menos de cinco
minutos.
Para el cine anglosajón, este
fusil no es más que un icono del Mal, y por eso no duda en ponerlo en manos de
terroristas tajikistanís (“La amenaza invisible: Stealth”) y soldados serbios
(“Tras la línea enemiga”), rusos (“Octopussy”) o vietnaminas (“La chaqueta
metálica”). Y, en realidad, por ahí iban los tiros, ¿no?
Sturmgewehr 44
500 balas por minuto
Siempre tres pueblos por
delante, los rusos ya habían fabricado el Fedorov Avtomat, pero fueron los
nazis quienes idearon el primer fusil de asalto del mundo producido en serie,
pieza fundacional de una larga cadena de armas de fuego. No: ni el M-16 ni el
Kalashnikov existirían de no ser por esta obra maestra que revolucionó para
siempre la historia bélica.
Se trata de un fusil de
asalto ligero desarrollado por los diseñadores de la Alemania nazi en 1944, en
plena Segunda Guerra Mundial, como parte del programa Maschinenkarabiner. Por
culpa de la insufrible burocracia nazi, tuvo más nombres que un Borbón. Pero su
denominación definitiva “Sturgewehr” (que viene a ser “rifle de tormenta”, o sea, “rifle
de asalto”) se lo puso el mismísimo Hitler.
El Sturmgewehr 44 era un arma
muy útil para la guerra, ya que tenía un gran abanico táctico: desde su
alcance, mayor aún que el de los subfusiles soviéticos, hasta su fuego, que
oscilaba entre un disparo preciso y una eficaz ametralladora de asalto.
Al terminar la guerra, la
URSS y otros países del Este capturaron muchos ejemplares de este modelo,
suministrándolas a regímenes clienterales y guerrillas varias. También los
franceses capturaron en Argelia una buena cantidad. Algunos acabaron en manos de
la OLP o del Viet Cong. Y, todavía hoy, es usado por guerrillas de Oriente
Medio, rebeldes irakíes o grupos insurgentes de países del Cuerno de África
(Sudán), que, agotados de esperar el fin, intentan salir a tiro limpio de su
miseria, conscientes de que las mezquinas limosnas goteadas desde el mal
llamado Primer Mundo no los van a sacar de pobres.
En el cine, como no podía ser
de otra manera, el Sturmgewehr 44 es un alma maldita, y podemos verla sobre
todo en oscuras películas producidas en países del Este, siempre encañonadas
por nazis de aspecto adiabolado. Salvo la reciente “Memorial day”, ahora mismo
no me viene a la cabeza ninguna película norteamericana donde aparezca este
arma. Bueno, sí, salía en “La guerra de las galaxias”, convenientemente travestida
de “A295” y, curiosamente, empuñada por soldados rebeldes. La presencia del
arma nazi en videojuegos sí es notable: ahí están “Commandos 3: Destination
Berlin”, toda la saga “Call of Duty”, o “Medal of honor: frontline”. Y también
en “Day of defeat”, un polémico videojuego denunciado por “abusar” de la simbología y la estética nazi y por ofrecer la
posibilidad de que el usuario se metiera en el pellejo de soldados y personajes
del bando hitleriano.
Beretta M12
550 balas por minuto
Metralleta que empezó a
producirse en 1962 para los carabinieri y la policía estatal italiana, y, poco
después, para las Fuerzas Aéreas. Se encargaba de facturarlas la fábrica de la
familia Beretta, en el municipio de Brescia (Italia), que también la exportó a
Estados Unidos y algunos países árabes.
La M12 no demostraría su
eficacia en combate hasta 1968, año en el que los marines que vigilaban la
embajada de Estados Unidos en Saigon repelieron todo un ataque del Viet Cong
usando un puñado de M12s. Tras tamaña proeza, la fama del poderío de esta
pequeña gran metralleta correría como la pólvora y distintos países africanos y
sudamericanos empezaron a importarla. Acabaría, así, teniendo un papel
relativamente importante en la guerra de Vietnam, en el conflicto de Afganistán
o en la guerra de Irak.
Como si no fuera suficiente
su sencillez, su robustez y su ortodoxo diseño, los fabricantes se empeñaron en
perfeccionar el modelo, convirtiéndolo en el M12S, que, entre otras cosas,
incorporaba tres seguros para proteger al usuario de disparos accidentales.
El hecho de ser un arma
ligera y poseer un cargador de 40 balas, hizo de la M12 un instrumento muy
socorrido para situaciones de guerrilla urbana. Por algo en tiempos ha sido la
niña de los ojos de ciertos comandos palestinos (junto a otras armas, como la
carabina M-1) en acciones directas contra objetivos israelíes.
La metralleta siguió
evolucionando, hasta llegar a extremos como el PM 12 S2 con mira telescópica y
con una estética quizás demasiado sofisticada. Personalmente, prefiero las
cacharras un poco antiguas, sólidas y primigenias. En este sentido, creo que el
siglo XX fue la Edad de Oro de las armas, tal vez porque todavía nos creíamos
que valían para algo más que para jugar.
La exquisita estética de la M12 le hizo un buen hueco en el cine y la tele. Cabe destacar su presencia en el clásico de Michael Winner “Fríamente, sin motivos personales” (donde la empuña un guardaespaldas), “Ronin” (un policía francés) o “Underworld: El despertar” (un vampiro). Además, en algún capítulo de la serie original de “Corrupción en Miami” aparece algún traficante disparando una Baretta M12. Una metralleta de las de antes, que hacían “ratatatá” y mataban con clase y estilo.
MAT-49
600 balas por minuto
Subfusil creado en 1949 por
la fábrica francesa Manufacture Nationale d’Armes (MAT) para el ejército
gabacho. Los soldados se mostraron encantados con aquel nuevo artefacto de dos
gatillos que permitían disparar tanto a ráfagas como tiro por tiro. Dotada con
culata retráctil de acero, cargador rectangular y cañón de
No es demasiado ligera, pero
sí muy fuerte, dura y manejable. Y esto, junto a su poder de fuego, la llevó a
la Primera Guerra de Indochina. En cuanto los franceses se largaron de allí, el
Ejército Popular de Vietnam y el Viet Minh recalibraron muchas MAT-49 que
habían capturado, para adaptarlas a la munición soviética enviada desde China y
la URSS. Esta versión modificada era aún mejor, con un cañón más largo y la
capacidad de disparar 900 tiros por minuto.
De rebote, fue usada por los
soldados de otros países, como Túnez, el Congo, Bolivia, Argelia, Marruecos o
Guinea. Los franceses dejaron de fabricarla en 1979, cuando empezó a
sustituirse por FAMAS, que tampoco está mal, pero carece del encanto retro de
su antecesora.
Por otro lado, su tamaño y
cadencia de disparo y el hecho de que era muy fácil de conseguir en el norte de
Europa, hicieron de MAT-49 un arma muy querida por los terroristas. Sin ir más
lejos, el malogrado grupo socialista e independentista ETA (Euskadi Ta
Askatasuna, o sea, País Vasco y Libertad) fue uno de los que utilizó subfusiles
MAT-49 en su larga andadura. De hecho, recientemente fue encontrado un zulo en
la comuna francesa de Capbreton con 40 subfusiles de este tipo y abundante
munición. Al parecer, estos subfusiles etarras no provenían del mercado negro
ni del blanco, sino que eran imitaciones creadas por la propia ETA en uno de
los talleres que montó en los años 70, dotados con troqueladoras, hornos, pozos
de tiro y todo lo necesario para surtir su considerable arsenal.
Como corresponde a su fama,
en el cine MAT-49 siempre ha estado del lado de gangsters (“French Connection
II”), colonos franceses (“Apocalypse now”) o terroristas (“Superman
Carcano M91/38
15 balas por minuto
Descendiente del fusil
Carcano M91, esta carabina fue ideada por la firma italiana en 1891 y producida
hasta 1945. Durante las dos Guerras Mundiales, estuvo en manos de las tropas
italianas y algunas unidades alemanas. Además, fue pieza clave en la Guerra de
Invierno librada por los finlandeses y en conflictos regulares e irregulares en
Siria, Túnez y Argelia.
Después, fue usada en
Bulgaria, Finlandia, Libia o Japón. El modelo que nos interesa, el M91/38, se
desarrolló en 1938 y se fabricó en 1940 en Terni (Italia). El objetivo era,
partiendo del M91, acortar el cañón, añadir mira trasera fija a
Pero si por algo pasó a la
historia contemporánea este arma (y si por algo está aquí, en lugar de un
flamante rifle de francotirador terrorista semiautomático como el H&K
G3/SG1) es porque, supuestamente, el ex marine Lee Harvey Oswald mató al presidente
estadounidense John F. Kennedy con ella. Al parecer, Oswald vio el arma
anunciada en la revista oficial de la NRA (National Rifle Association)
“American Rifleman” de febrero de 1963 y decidió comprarla. Le costó poco menos
de 20 dólares. El arma estaba disponible porque, al terminar la Segunda Guerra
Mundial, varias partidas fueron vendidas como excedentes militares a Estados
Unidos. Oswald escogió un ejemplar con mira telescópica Ordnance Optics de 4x
aumentos, cosa que le permitió acertar en el blanco móvil del coche de Kennedy.
Todavía hoy, se desconocen las circunstancias y la autoría real del crimen,
enredado por mil y un cabos sueltos y teorías conspiranoicas. Pero lo
importante es la leyenda. Y el Carcano M91/38 es el instrumento magnicida por
excelencia, cosa que justifica por sí sola que se haya hecho un hueco en este
top 10, entre fusiles, subfusiles y metralletas.
Y eso que, debido al tabú que
supone el asesinato de Kennedy en la cultura norteamericana y a la relativa
dificultad de conseguir este modelo de Carcano en la actualidad, su presencia
brilla por su ausencia en la historia del cine, si exceptuamos, claro está,
“JFK” de Oliver Stone o “Corriendo contra el tiempo”, donde el protagonista
viaja al pasado para evitar el asesinato de Kennedy. Una misión bastante
ingenua del asunto, puesto que los servicios secretos, Fidel Castro o quien
demonios estuviera detrás del asunto lo hubiera matado antes o después. O sea
que sí: Ballard estaba, de todas todas, predestinado a escribir “La exhibición
de atrocidades” en general y, en particular, su capítulo final: “El asesinato de John Fitzgerald Kennedy
considerado como una Carrera de Automóviles Cuesta Abajo”.
Heckler & Koch MP5
100 balas por minuto
Este subfusil alemán fue
creado en 1966 por los eminentes ingenieros de la firma Heckler & Koch
(ubicada en la coqueta villa de Oberndorf am Neckar, en lo que durante la
Guerra Fría se conocía como “Alemania
Occidental”). “MP5” significa “Maschinepistole
El MP5 también es manejado
por unidades militares y fuerzas de élite. De hecho, gran parte de la fama de
este subfusil es debida a la llamada Operación Nimrod, que Margaret Thatcher
encargó en 1980 al SAS (Special Air Service) y acabó siendo retransmitida por
la BBC a instancias de los terroristas, miembros del DRMLA (Movimiento
Democrático Revolucionario para la Liberación de Arabistan). Armado con MP5s,
el comando SAS logró rescatar a 26
rehenes de la embajada iraní y matar a 5 de los 6 secuestradores en
apenas 15 minutos.
Asimismo, este subfusil
también ha engrosado los arsenales de grupos terroristas de todo el mundo. La
organización revolucionaria alemana de izquierda radical RAF (Rote Armee
Fraktion o Facción del Ejército Rojo, también conocida como Baader-Meinhof)
llegó incluso a incluirla en su escudo, que se compone de una estrella roja,
sobre ella un MP5 y encima las letras RAF en blanco. Activo entre 1970 y 1998,
este grupo anticapitalista y antiimperialista llegó a ejecutar a 34 personas,
aunque no todas con MP5s: también usaban bombas, pistolas o cócteles Molotov.
Por ser un arma eminentemente
europea, la MP5 pura y dura no se ha asomado mucho por la gran pantalla, aunque
sí hemos visto algunas de sus variantes en “Miami Vice”, “Tango y Cash”,
“Speed”, “eXistenZ”, “Hannibal”... Y también en películas japonesas (“Battle
royale